Lonely - [Namjin]

Capítulo 9 - Liesel

''No existe tal cosa como los milagros
Desear es inútil
Se esconde en la luz de la luna
Las luces se apagaron
Yo no deseé esto
La noche esta cubierta de sangre
Alguien, por favor, salveme''

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—¿Qué te dijeron?—Preguntó Yoongi despues de que Seokjin los había alcanzado y de que se encontraran ahora en la habitación.

Estaba limpia, curiosamente, quizás porque habían sido avisados con antelación de su secuestro. Seokjin no se sentía cómodo, no podía pensar en este lugar de tres camas pequeñas como suyo. Lo extraño era que empezaba a recordar imágenes borrosas de sus días en un castillo, pero eran demasiado remotos para ser algo conciso.

Se apoyó en un sofá largo, estirando sus piernas y frotando sus dedos en sus párpados, evidentemente cansado y molesto porque estaba vestido demasiado elegante para la situación. —Que seré él próximo Rey, aparentemente.

—¿Qué? Pero nisiquiera hemos aceptado ser parte de esto.—Espeto Jungkook levantándose molesto de la cama pequeña, procediendo a desatar el corset y dejarlo a un lado.

—¿No les parece curioso como se ha desarrollado todo?—Yoongi cerró sus ojos unos instantes, privando las emociones que sentía y que no deseaba compartir tan libremente. —Son nuestros padres, aquellos que hemos extrañado todos los días. Sin embargo, nos dan la bienvenida de nuevo convertidos en dos extraños.

—Siento remordimiento por no haber actuado de otra manera.—Confeso Seokjin con suavidad.

—Jin, tu nos ayudaste y críaste mejor que esto. Por tí sabemos que es la bondad y el respeto, además, teniendo en cuenta todo lo que han dicho nuestros padres... Creo que yo no pertenezco aquí. —Susurro Yoongi.

Seokjin se levantó y abrazó a su hermano. —Eres importante para mi y perteneces a dónde yo lo haga, jamás te voy a dejar solo. —Besó su cabeza y sintió a Yoongi temblar, dándose cuenta de lo afectado que estaba por todo y como en realidad lo había estado ocultando.

Jungkook se acercó con ropa más cómoda y se unió en un poderoso abrazo que casí los asfixió. —Solo importa que nosotros estemos juntos, nada más.

Jin deslizó sus dedos por la nuca de Jungkook y lo acercó a su pecho, mientras Yoongi seguía abrazado en la zona de su torso. Mientras ellos sonreían, Jin observaba por la ventana con una expresión de tristeza. Parpadeo intentando controlar sus lágrimas y sus labios intentaron estirarse en una mueca.

En realidad, sentía que debía obedecer para mantenerlos a salvo. Porque sabiendo la ubicación de la resistencia y estando en contra de su revolución, era obvio que no los dejarían salir de aquí. Ni siquiera sus padres detendrían sus intentos por convercelo de ser él Rey, además no lo harían de la forma más suave posible. Estas personas habían sido afectadas por la guerra, manchados por la muerte y habían cruzado la línea en la que aún se puede guardar humanidad.