Aún cuando se habían dicho que se amaban más de una vez en palabras, acciones y caricias, Seokjin seguía convirtiéndose en un charco en el suelo cada vez que Namjoon confesaba su amor.
—¡Oh Dios mío! —Jungkook sonrió triunfalmente. —¿Escuchaste eso?—Ante el silencio, Jungkook observó a su hermano y se encontró con su expresión atontada mirando el cielo. —Ya lo perdimos.
Mientras tanto fuera del despacho, Caesar se tapó la boca con una expresión de sorpresa y burla. Vitoreo lo más silencioso que pudo y pegó su cabeza de nuevo a la puerta.
Jungsu, por otro lado, se encontraba en silencio atónito. Podría volverse loco y hacer una escena; lanzar cosas arbitrariamente o simplemente llorar y maldecir al coronel hasta que su garganta se lastimara.
Pero no hizo nada de eso. El era una serpiente que se movía imperceptible en la maleza, esperando para inyectar en el momento justo su veneno.
—Entiendo.
Namjoon ladeo la cabeza, analizandolo y después de rascar sus dedos en la barba incipiente de su mandíbula, decidió agregar algo más. —Creo que debería regresar a su hogar.
Eso lo tomó por sorpresa. —¿Qué? ¿Porqué?
—Esta situación ha avanzado más allá de lo aceptable, tenemos trabajo qué hacer y una guerra qué dirigir, o en nuestro caso actual, solucionar. Me temo que su actitud en los últimos días ha contribuido a más problemas de los que necesito y después de esto, será incómodo trabajar para usted y para mí.
—Le aseguró que yo no-
—Es una orden que no pienso debatir. —Le entregó una carta que había redactado antes. —Es un permiso de retiro, de esta manera no lo acusaran de desertor.
—Pero-
—Dígale a Caesar que lo necesito y que venga a buscarme.
La puerta se abrió con un estrépito y Caesar entró con una sonrisa bobalicona de oreja a oreja. —No es necesario que me busque, después de todo ya no trabaja aquí. —Una risa burbujeante escapó de sus labios y carraspeo, controlandose.
Namjoon lo observó con la ceja levantada y Caesar se señalo a si mismo con incredulidad.—Oh, por supuesto que no escuché nada. —Cuando pasó al lado de Jungsu, agregó. —Solo que regresara a casa porque osea, que incómodo ser el asistente de quien declinó tu propuestita, sobretodo una como esa. No es que fuera mala, pero es que hay que saber que al lado de Seokjin era evidente que... —Caesar se inclinó hacia su oreja. —No eres nada, espía.
Los ojos de Jungsu se abrieron con sorpresa y al mirar al coronel, encontró su mirada de dragón con una expresión decepcionada.
—Y-Yo le juro que no les he informado nada, yo ahora estoy con usted, los abandoné.
—Oh, así que además eres un traidor. ¿Ahora que el coronel no corresponde tus sentimientos también nos traicionaras?.
—No, Yo le juro que-
—¿Hoy? ¿Mañana?—Caesar continuó acercándose a Jungsu quien retrocedía hasta salir del despacho, donde dos soldados aparecieron y sostuvieron sus manos intentando esposarlo.
—¡¿Qué esta pasando?! ¡Coronel!
Namjoon suspiro. —No podemos arriesgarnos dejando en libertad un espía y un traidor, las cosas son más fáciles de esta manera.
—¿Desde cuando lo tenía planeado?
—No lo tenía, simplemente después de que llegaras sospeche de algún ataque y le pedí a Caesar que los llamara.
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Lonely - [Namjin]
FanfictionKim Namjoon es un coronel adinerado con terribles cicatrices en su rostro. Ellas han sido la causa de su soledad, pues no ha existido ni un solo doncel que desee ser su esposo sin percatarse de sus marcas y huir aterrado. Kim Seokjin es un doncel g...