6. Sleep

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Lógicamente rieron camino a comer croquetas, porque la risa era una respuesta que en ese momento se sentía natural para aliviar la tensión. Se burlaron de las reacciones de uno u otro, de la buena anécdota que era, Focus comenzó a racionalizar la situación, Juan decía que si había pasado algo pero quizás había sido producto de la sugestión, Ibai quería creer que había sido un drogadicto, creyó oír a Fargan susurrar algo sobre "Luzu lo hace de nuevo", Ari insistía en que todo eso eran cosas que no debían de hacerse, pero al final todos terminaron sus refrescos y regresaron a casa, al día siguiente había escuela.

Todo el rato Auron siguió la corriente, rio con los demás, pero era indudable que Luzu estaba comportándose demasiado reservado.

—¿Qué fue eso de allá? — fingía que la pregunta era divertida, pero de verdad estaba preocupado —¿Suelen pasarte cosas así? ¿Luzu?—.

El aludido tenía su vista fija en una esquina en la que había más sombra que el resto de la calle, pero el moreno no lograba ver qué podía estar captando la atención del otro.

—¿Luzu? — puso una mano en el hombro del más alto, quien se sobresaltó y se puso de inmediato la capucha.

—C-creo que mejor nos apresuramos—.

Haló del brazo a Auron, apresurándose a regresar a casa, no hablaron más del tema, se lavaron los dientes, dijeron algunas cosas de la escuela y al más bajo le pareció que las ojeras del ojiazul se habían profundizado; ambos dormirían en el suelo, Luzu tenía el rostro hacia la puerta, dándole la espalda, evitando que pudiera encararlo o preguntar lo que fuera; de pronto se giró hacia el moreno, quien a pesar de la oscuridad pudo ver que apretaba los párpados, que tenía la quijada en tensión y temblaba.

Estaba seguro que si se lo preguntaba no recibiría respuesta así que hizo lo único que se le ocurrió en ese momento, sacó la mano de debajo de las mantas para extenderla, buscando la del castaño, estaba fría y temblaba, pero el toque del moreno pareció tranquilizarlo hasta quedarse dormido.

Antes de él mismo caer por el sueño vio el rostro del ojiazul, convencido de que ese era el real, desprotegido y vulnerable, relajando el ceño, respirando con tranquilidad mientras se aferraba a su mano.

You're a Haunted HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora