𝒞𝒶𝓇𝒾𝒸𝒾𝒶𝓈 𝒹𝑒𝓁 𝒸💍𝓇𝒶𝓏ó𝓃 [NamJin/JinNam] •Terminada•

CAPÍTULO 24

De vuelta a la vida diaria, a la rutina mañanera, una alarma había comenzado a sonar, Jin se removió entre los brazos de Nam que lo sujetaban fuertemente, apagó la alarma del celular eran las 5:30 de la mañana. Ambos estaban agotados, su viaje y su último día metidos en la habitación habían acabado con todas las energías que les quedaban, desde que llegaron ya por la noche se habían bañado e ido directamente a dormir.

Jin se volvió a mover entre los brazos que lo aprisionaban, quedando de frente a Nam, acariciaba su rostro apacible y se cuestionaba si debía despertarlo o no, sabía que era el primer día de clases, la mayoría de los profesores solo iba a presentarse. Se acomodó más entre sus brazos y cerró sus ojos volviendo a dormir.

Cuando despertó, Nam aún seguía dormido, miró su reloj, iban a ser las diez de la mañana.

-Debes estar muy cansado... -acaricio su rostro y permaneció así con el por un largo rato, hasta que comenzó a despertar, le sonrió y le dio un tierno beso-. Buenos días...

-Buenos días... -Nam seguía metido en su burbuja de felicidad, atrayendo más a Jin a su cuerpo, abrazándolo con fuerza, metiendo su nariz en su cuello, aspirando su aroma como si de una droga se tratara.

-¿No me vas a preguntar nada? -Jin creía que el chico le cuestionaría porque no lo levantó temprano.

-No..., me siento cansando... pero feliz...

-Tu siempre amaneces feliz después de eso -Nam no pudo evitar reír, pero era verdad.

-No es así, yo ya soy feliz de despertar a tu lado -le dio un pequeño beso en el cuello, haciéndolo estremecer.

-Si claro..., pero lo eres más cuando tenemos sexo...

-Talvez... -se separó un momento para mirarlo a la cara-, pero seré más feliz cuando hagamos el amor -las mejillas de Jin se tornaron de un rojo intenso, Nam sonrió ante su cometido y lo besó dulcemente.

Toda la mañana la pasaron metidos en la cama, hasta el medio día que el hambre los hizo salir de ella, decidieron pedir algo a un restaurante porque no tenían muchas cosas para preparar, mientras Nam alistaba la sala para pasar su día viendo películas, querían dedicar durante ese tiempo para relajarse y olvidarse de todo.

Con el paso de las horas y después de tres películas Nam se encontraba nuevamente dormido, estaban en la sala, recostados, el chico encima de Jin, metido entre sus piernas, mientras este acariciaba su cabello con cariño, no tenía mucho que había caído dormido cuando el celular de Nam comenzó a sonar. Jin comenzaba buscar entre las bolsas de la bata que portaba Nam, en busca del aparato encontrándolo.

-Namjoonie... -susurro en su oído sin respuesta-, Namjoonie... -el número que marcaba era desconocido, decidió contestar.

-¿Diga? -su voz era baja para no despertar a Nam, pero no obtuvo respuesta-, ¿Quién habla?