Kim Seokjin un chico guapo y asediado por muchas mujeres bellas, encuentra el amor en la persona jamás imaginada.
Kim Namjoon un joven con ilusiones y un sinnúmero de inseguridades se enamora por primera vez.
Los prejuicios y las ideologías no nos p...
Solo faltaba un día para su boda, esa mañana Nam aún seguía dormido, su cuerpo aún se sentía casando pero la sonrisa en su rostro no desaparecía, Jin lo miraba dormir, aún era temprano, salió de la cama sin antes cobijar al castaño y salió al balcón, el aire fresco de la mañana le pegó directamente en la cara, y comenzó a ver el panorama mañanero que tenía a Nam tan conmocionado, el como los rayos bañaban a esa pequeña ciudad blanca y a los lugareños comenzar su día, pasados los minutos ingresó nuevamente en la habitación, acercándose a la cama, le dio un beso en la mejilla a Nam y acarició su cabello, aún seguía profundamente dormido.
Se sacó la pijama y se metió a dar una ducha, sumergido en la bañera comenzó a pensar en lo que había pasado, había tomado a Nam y quiéralo o no, había sido algo totalmente diferente en todo sentido, cerró un momento sus ojos y escuchó la puerta del baño abrirse, no dijo nada, permaneciendo así hasta que sintió unos labios conocidos posarse sobre los suyos, correspondiendo plácidamente ese beso, para después encontrarse con un chico desnudo metido en la bañera con él.
-Nam...~ que haces~ -se encontraba metido ya entre sus piernas estimulando el miembro de Jin, mientras dejaba pequeños besos por su cuello.
-Quiero estar contigo Jin -sus besos se volvieron apasionados cortándoles la respiración.
-Nam, no quiero hacerlo en la bañera...
-Por eso vine por ti... -su sumieron en un beso intenso mientras las manos de Nam aumentaban su ritmo.
Al notar la intención de Nam, Jin se separó un poco de él, se encontraba más que excitado.
-Namjoonie, será mejor que paremos -Nam lo miró con desconcierto-, tu cuerpo debe descansar, si lo volvemos a hacer otra vez para mañana no podrás ni pararte.
-¿Y me vas a dejar así? -Jin dio un pesado suspiro.
-No -lo atrajo hacia el y le dio un beso tierno, tomándolo por sorpresa lo jalo hacia su pecho, quedando Nam de espaldas hacia él-, haré que se te baje de otra manera...
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Pasado el medio día caminaban tranquilamente por las calles aledañas, estaba todo preparado para su boda al día siguiente, se habían dirigido a comprar la ropa que usarían y en ese momento se dirigían con un agente de bienes raíces, habían visto un par de casas en lugares céntricos, pero necesitaban verlas por dentro. Al ingresar en el lugar fueron atendidos por una secretaria, mientras esperaban comenzaron a ver catálogos, dentro de las fotos había una casa que Jin había visto desde la terraza de la habitación esa mañana, no se imaginó que esa casa estuviera en venta.
Poco después los hicieron pasar, Nam ya había visto un par de opciones, pero Jin no le había mencionado nada sobre la casa que había visto, después de un rato les llevaron a cada uno de los domicilios que habían escogido. Las casas que a Nam le habían llamado la atención eras casas pequeñas, pero acogedoras, en lugares céntricos, con vista a la plaza y la ciudad, cualquiera de ellas era un buen lugar para vivir, contaban con todos los servicios, de 2 a 3 recámaras, baño, cocina y garaje, Jin por su parte no se sentía convencido con algunas de ellas, pero de ver la cara de felicidad de Nam prefirió no decir nada al respecto.
La casa que había escogido Jin la habían dejado para el final, la tarde había caído y Nam se sentía muy agotado, realmente no deseaba ya ir, pero le llamaba la atención que Jin solo hubiera escogido esa casa en particular. La casa se encontraba en una parte alta de la ciudad, al ingresar notaron el jardín pequeño, la casa era de dos niveles con un camino de piedra desde el portón hacia la casa, el césped recién cortado y un árbol en un extremo del patio, al pie de este había una enredadera de flores rosadas con toque Violeta que envolvían el follaje del árbol haciendo la ilusión que estas le pertenecían.
Desde el momento en que Jin miró esa casa ese día en el balcón, había quedado prendado de ella, pensó en la hermosa vista que tendría hacia la ciudad y no se equivocaba. Ingresaron en la casa vacía contaba con un espacio para la sala con grandes ventanas cubiertas por cortinas oscuras, comedor, cocina y un cuarto espacioso en la planta baja, subieron por unas escaleras de madera, había dos habitaciones más, ambas del mismo tamaño, una al lado de la otra, la habitación principal contaba con un pequeño balcón con una puerta corrediza de cristal, y un clóset amplio de madera, así como un cuarto de baño considerablemente grande, la segunda habitación solo contaba con grandes ventanas con vista al otro lado de la ciudad, la persona que los guiaba les hablaba a detalle de la casa pero Jin estaba ausente, mientras Nam escuchaba atento. Volviendo una vez más a la planta baja Jin salió al jardín, Nam aprovechando la atención de una llamada de su guía se acercó al chico ausente y le abrazó por detrás.
-¿En que piensas? -recargó su cabeza en sus amplios hombros.
-Quiero esta casa... -se removió en los brazos de Nam quedando de frente a él.
-¿De verdad?
-Si, me gusta...
-Es bonita, pero siento que es demasiado solo para los dos.
-Quizá... -no dijo nada más y colocó su cabeza en el pecho del otro, cerrando los ojos por un momento-, hay que volver al hotel, me siento muy cansado.
-Yo también lo estoy -besó su mejilla.
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