𝒞𝒶𝓇𝒾𝒸𝒾𝒶𝓈 𝒹𝑒𝓁 𝒸💍𝓇𝒶𝓏ó𝓃 [NamJin/JinNam] •Terminada•

EPÍLOGO

La luz de la mañana entraba en la habitación por una parte del ventanal, Nam había despertado, comenzó a desperezarse, había tenido un hermoso sueño, que de solo recordarlo sonrió ampliamente. Se levantó y tomó una ducha relajante, se detuvo un momento en el ventanal y miro a su dulce esposo en el jardín y su sonrisa iluminó su rostro. Bajó las escaleras y se detuvo un momento en la cocina buscando un ligero bocadillo.

-Tu desayuno esta en el jardín -Jin rodeo su cintura abrazándolo fuertemente.

-¿Ya desayunaste? -soltó su agarre para darle un beso cálido.

-Aun no, y tres personitas más esperan por ti para desayunar -Nam sonrió tímido.

-Tendré que poner la alarma solo para desayunar con ustedes -lo abrazó fuertemente depositando besos en sus mejillas.

-Entiendo que estás cansado, tu nuevo álbum saldrá pronto.

-Pero no me gusta que se malpasen por mi culpa.

-Solo es solidaridad de querer desayunar en familia.

Jin se giró en sus brazos y salieron así por la puerta principal, abrazando a Jin de su cintura, aspirando su dulce aroma. Afuera el día era agradable, era primavera, el jardín con su césped y las flores que Jin tanto se había esmerado por cuidar, hacían lucir la casa bella, cerca del árbol se escuchaban las risas de unos pequeños que al verlos salieron corriendo a su encuentro.

-¡Papi Joonie! -uno de los pequeños fue recibido por lo brazos de Nam, dándole un beso estruendoso en la mejilla, a la par que llegaban dos pequeños más, a quienes también besó.

-Buenos días mis amores, ¿me estaban esperando? -los tres pequeños gritaron al unísono si, y cargando a la más pequeña, llevo a uno más con su mano libre, mientras el otro pequeño tomaba la mano de Jin.

El jardín tenía una mesa con sombrilla, en la que se sentaron para disfrutar de su desayuno. La familia que ahora tenían, hacía sentir a Nam pleno y feliz, miraba a Jin y a sus ahora tres hijos, dos niños y una niña, trillizos que decidieron un par de años atrás adoptar cuando recién eran unos bebés y ahora ya tenían cinco años y eran la adoración de los dos. Los pequeños eran muy unidos, ambos se habían dedicado completamente a ellos, aunque Nam algunas veces se sentía culpable por dejarle toda esa responsabilidad a su esposo cuando se envolvía en sus lanzamientos, sin embargo, Jin siempre le hacía entender que no debía sentirse así, por ello disfrutaba esos espacios libres con ellos, dándoles tiempo de calidad, quería ser un buen padre, y Jin le confirmaba todo el tiempo que lo estaban haciendo bien, al ver la cara de felicidad de sus pequeños. Sus risas llenaban la casa, e inclusive uno de ellos tenía interés por la música. Al terminar de desayunar, los pequeños habían comenzado a jugar nuevamente bajo el árbol mientras la pareja tenía su momento solos.

-Deberías dormir un rato más -Nam había recargado su cabeza en el hombro de Jin y miraba a los pequeños jugar.

-No tengo sueño. Sabes..., estaba pensando en si, después del lanzamiento del álbum tomamos unas pequeñas vacaciones.

-¿A dónde te gustaría ir?

-Cualquier lugar está bien, mientras estés tu y los niños.

-Pensare en algún lugar -tomó su mano y entrelazaron sus dedos.

-Jin -beso su mano-, aunque amamos a los niños, me gustaría tener un poco de privacidad contigo.

-Por las noches soy todo tuyo -Nam rió.

-Lo sé amor -deposito un beso fugaz sobre sus labios-, pero pronto vamos a cumplir diez años casados. Y quiero tenerte por lo menos tres días solo para mí.