Capítulo 1.

1K 46 4
                                    

*Narra Ella*

Enfundé el vestido junto a unos altísimos tacones que había comprado con el dinero que ganaba en Browns' cafe.

Costó un poco subirme la cremallera del todo, pero finalmente lo conseguí. Me paré frente al espejo para observar cómo me quedaba el vestido y realmente no lo creía. Estaba alucinante.

—¡Vamos ya tardona! —la voz de mi amiga Hannah era inconfundible—. ¡Vamos a llegar tarde!

—¡Ya voy! —contesté del mismo modo apareciendo por el pasillo.

Su vestido era negro, corto y ceñido. No sé que tenía, pero parecía hecho a su medida. El tono resaltaba el color de su pelo y de su piel, el corte le hacía las piernas interminables y la forma le estilizaba la figura.

Kate tampoco se quedaba atrás. Su vestido era azul, pero a diferencia del de Hannah, era recto, por encima de las rodillas y con la espalda cubierta. La hacía más explosiva de lo que ya era.

¿Por qué mis amigas eran tan preciosas?

Cogimos nuestros abrigos y salimos corriendo porque teníamos el tiempo justo para llegar a tiempo.

***

La fiesta de bienvenida al último curso era una pasada. La música estaba bien alta, pero no llegaba a ser molesta. Estaba junto a mis amigas a la derecha de la pista. Eché un vistazo al lugar y logré ver como toda la pista estaba dividida en grupos. Era normal, ya que la gente aquí era un poco rara. Este es mi último año y aún así no me siento adaptada. Sino fuese por mis amigas estaría más sola que la una. Esta universidad tenia tres categorías y una a parte. Quiero decir, estaban las arpías, los chicos del campus, los normales y a parte los frikis. No sé porque siempre se les marginaba, pero bueno, eso ahora no venía al caso.

Me detuve mirando al grupo de los chicos buscando a Harry. Era un chico bastante sociable y me gustaba pasar tiempo con él, pero cuando se juntaba con los otros no parecía el mismo y eso me parecía absurdo, ¿Por qué no dejar de fingir ser alguien que no eres y seguir siendo tú mismo? Pero claro, esta universidad estaba sobre valorada y la imagen importaba más que otra cosa.

Puse los ojos en blanco y seguí con mi búsqueda. Para mi sorpresa Harry estaba allí. Iba a saludarle, cuando mis amigas me distrajeron con algún comentario absurdo y no pude evitar reír.

Sonó una canción lenta y todos se pusieron en pareja a bailar. Entonces vi como Harry se acercaba. Me puse nerviosa y no se porque razón. Cogió mi mano, pero esta se deshizo de su agarre debido a un tirón en la otra que me hizo chocar con Ben Hidden y quedar adherida a su pecho.

Este chico era insufrible. Siempre va detrás de las chicas para echarles un polvo e irse a por otra. Es un puto idiota. Si pensaba que caería en sus brazos como una tonta, estaba muy equivocado.

Pude ver como Harry salia de la fiesta cabreado. Sé cuanto detestaba a Ben. Ya habíamos hablado ciertas veces de lo capullo que es. Pero tampoco era motivo para irse.

—Hola preciosa, ¿Te apetece bailar? —dijo con un tono de voz ronco cerca de mi oído y siguió—. Seguro que no te vas a arrepentir.

—La verdad es que no —dije borde y me aparté para salir fuera sin dar una explicación a mis amigas de porqué me iba.

La noche era fría. Aunque fuese septiembre hacía un tiempo terrible. Para evitar un poco el frío y hacer el camino más corto fui por unos callejones. Estaban realmente oscuros. Apenas podía ver nada. Hasta que note el contacto de una gran mano en mi cintura y seguidamente la otra. Me estremecí y trague saliva.

El pánico se apoderó de mi cuando la persona que tenía detrás me giró y automáticamente apoyó mi espalda contra la pared más cercana. Pude notar sus manos en mis muslos.Sentí como mi corazón se aceleraba. Estaba totalmente paralizada.

—¿Qué hace una jovencita como tú sola a estas horas de la noche? —su aliento le delató, estaba muy ebrio.

—Ppor favor déjeme ir. Yyo no he hecho nada, déjeme ir por favor.

—Shh —pegó sus labios a mi cuello y lo succionó con ganas—. No hace falta que hagas nada preciosa.

De repente caigo al suelo. Veo como un rostro enmascarado le da un golpe a aquel hombre y otro golpe..y otro.Deseé no haber visto eso. Deseé que no hubiese pasado eso. Deseé no haber salido de aquella fiesta.

Cuando acabó con aquel tipo se giró hacia mí y me tendió la mano. No logré ver bien su rostro, pero llevaba algo blanco en la cara. Muerta del miedo le cedí la mano y este la agarró con cuidado. Me aferró a su pecho y abrazó con fuerzas. Mis piernas no respondían y me tambaleé, pero este me sujetó y llevó en sus brazos hasta el banco más cercano para poder sentarnos.

Le miré detenidamente. Llevaba una mascara blanca que le cubría absolutamente toda la cara. Estaba aterrada, pero este tipo me había sacado de una buena.

—Ggracias —solté sin más, no sabia que decir.

—No las des, ese imbécil se lo merecía, ¿Estás bien?

—Sí —dije asintiendo y volví a mirarle—. ¿Por qué llevas una mascara?

Se hizo el silencio. Quizás no encontraba las palabras, o ni siquiera él sabia el porqué la llevaba, pero la duda me mataba. Así que cogí la mascara por la parte de abajo e hice un gesto para subirla. En seguida él me paro las manos y negó lentamente.

—¿Por qué no te la quitas? Quiero saber quien hay detrás de esa mascara.

—Bajo esta mascara hay algo mas que carne y hueso. Bajo esta mascara hay unos ideales. Y los ideales son a prueba de bala.

—¿Ccómo?

—Shh preciosa, no digas nada —dicho esto se levanto—. Ten cuidado de vuelta a casa.

—¿Puedo saber tu nombre?

Se quedó mirándome, y bajo las luces de las farolas pude distinguir unos enigmáticos ojos verdes. Negó con la cabeza y se marchó sin mirar atrás.

No se porqué pero cuando se fue me sentí insegura. Quizás fue el miedo que corría por mis venas, quizás fueron sus actos o simplemente sus palabras, que hicieron que no tuviera miedo de este chico enmascarado.

Rápidamente aparté mis pensamientos y me puse en pie al escuchar el eco de unas voces al fondo de la calle.

***

Después de un largo camino llegué a casa y lo primero que hice fue darme un baño para despejar la mente.

Normalmente salía a menudo por la noche. En Seattle podía ir al teatro, al cine, a cenar o a tomar una copa en uno de los numerosos restaurantes, cafeterías, bares y pubs que había por la zona.

Las arpías de la clase solían ir a discotecas donde ponían canciones que no se podían considerar música. Música que no soportaba, ni jamás soportaré.

También solía asistir a eventos especiales y celebraciones durante todo el año: Las regatas de Seattle University, Artweek, "May morning", la feria de St Giles, los fuegos artificiales, los festivales de música y muchas otras cosas más. Era divertido siempre que iba con mis amigas.

Me imaginé que hubiera pasado si Ben no hubiese aparecido. Harry me habría mirado pidiéndome permiso, después enlazaría nuestras manos y bailaríamos al son de la música.

Pero no, no pasó.

Resoplo y maldigo varias veces a Ben. Me seco y pongo el pijama. Finalmente me tiro a la cama. Lo único que quiero es olvidarme de este día y que mañana mis amigas no me maten por irme de la fiesta sin avisar ni dar una explicación.

El cansancio finalmente me vence pero una última imagen invade mi mente antes de quedarme dormida.

El chico enmascarado.

Two Faces ~ Harry Styles ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora