Two Faces ~ Harry Styles ~

Capítulo 14.

Las últimas semanas habían sido un caos. Los exámenes finales eran de lo peor, pero al fin se habían acabado. Por otra parte, Harry no había aparecido por la universidad estos días y estaba preocupada. No respondía a mis llamadas e incluso fui a su casa, pero no estaba. Quizás se quería escaquear de los exámenes finales o simplemente le apetecía apartarse un poco, cosa que me ponía nerviosa ¿Por qué razón irse ahora?

Resoplé y cambié de canal. Últimamente no tenía tiempo ni para ver la tele, pero ahora que podía me sentía extraña. Para mi decepción, no había nada interesante.

El timbre sonó lo cual hizo que me levantase y fuese a abrir la puerta. Al abrirla me encontré con Harry, el cual tenía una sonrisa plasmada en su cara. Le miré bien de arriba a abajo para asegurarme de que era él y sí, sin duda era él.

—¿Harry?

—Hola, Ella.

—¿Se puede saber donde te has metido?

Hizo caso omiso de mis palabras y pasó dentro, como si estuviese en su casa. Se detuvo frente al sofá y se dio la vuelta para mirarme. Alzó una ceja y sonrió de lado. No sabía que intenciones tenía, pero esto no me daba buenas vibraciones. Cerré la puerta y me acerqué hacia él.

—¿Piensas responderme?

Ignorándome una vez más, se tiró al sofá y se acomodó antes de volver a mirarme alzando la ceja nuevamente.

—¿Vendrás conmigo a pasar las navidades a Holmes Chapel? —soltó al fin.

—¿Has estado una semana desaparecido ignorándome y lo mejor que sabes decir es eso?

—¿Vendrás?

—Harry —le miré seria y rodé los ojos después—. ¿Para qué has venido?

Se levantó del sofá y caminó hacia donde estaba, quedándose justamente delante de mí. Miró a mis ojos y sonrió inocentemente.

—Intimidante, ¿Verdad? —dio un paso hacia delante y quedó aún más cerca.

—¿Qué ocurre? Me estas asustando.

—Ya te lo he dicho.

—He preguntado primero.

—Me da igual —sonrió de lado y acarició mi mejilla con su pulgar.

—Está bien, pero tus padres...

—No son mis padres, no pueden impedirme nada.

—Lo siento, no pretendía recordártelo.

Los padres de Harry murieron cuando yo era pequeña. Aún recuerdo ese día. Todos los medios de comunicación estaban pendientes de si sobrevivían, pero finalmente no hubo suerte. Los periódicos, las radios y hasta en los informativos, salían imágenes de aquel desastre. Todo estaba quemado y tan solo quedaba algunos trozos de madera chamuscados. El incendio fue inesperado y al parecer, para los padres de Harry también lo fue. Él quedó muy tocado y se vino a vivir a mi casa mientras tanto. El día que se fue con sus padres de acogida me supo mal, ya que estaba aún más solo que antes. Harry siempre fue un buen amigo y verlo triste... Me destrozaba.

—No tiene importancia.

—¿Vas a responderme?

—Salgamos a tomar algo.

Cogió mi brazo y tiró de él hasta arrastrarme a la puerta principal. Entonces me cargó en su hombro y ando calle abajo. Podía oír su risa mientras protestaba dándole pequeños golpes en la espalda para que me bajase. La gente nos miraba raro y razón tenían para ello.