Two Faces ~ Harry Styles ~

Capítulo 6.

Cuando llegamos belltown pub, todos los del autobús salieron gritando y alzando la mano en alto y se le unieron más gente que vino a parte. Quizás debería dejar de pensar tanto en los problemas y ser más como ellos, más pasota, más divertida.

Y eso hice, aparté mis problemas y mis miedos a un lado y cogí la mano de Louis arrastrándolo al bullicio de gente que había en el aparcamiento del pub.

—¡Hip Hip Hurra por el equipo! —gritó un chico.

—¡Hip Hip Hurra! —gritamos todos tres veces.

Todos juntos nos dirigimos a la entrada del pub, pero el guardia de seguridad nos corto el paso.

—¿Nombres?

—¿Desde cuándo necesitáis nombres para poder entrar? —pregunta una chica que no conozco.

—Desde que hoy hay una fiesta privada. 

Todos empezaron a protestar e incluso algunos llegaron tirar todo lo que encontraban a su paso. Esto se había convertido en un caos.

Liam Payne se subió encima de un coche y silbó fuerte, demasiado fuerte. Todos se quedaron parados y esperaron a que Liam dijera algo.

- ¡La fiesta se traslada a mi casa! —gritó y le siguieron varios coros.

La fiesta continuaba en pie y junto a ella, mis ganas de empezar de cero.

***

Louis y yo estallábamos a risas mientras intentábamos bailar al son de la música. Llevaba como cuatro copas. Miento, llevaba más. Muchísimas más, pero necesita olvidar, necesitaba sentirme libre de todos los problemas que me perseguían.

Rodeé mis brazos en su cuello y me mordí el labio. Él se relamió los suyos y se acercó dejando unos escasos milímetros entre su boca y la mía.

—Hazlo —susurré.

Y lo hizo. Juntó nuestras bocas en un desesperado beso. Gemí al sentir sus manos apretar mi trasero y acercarse aún más a él. Le mordí el labio y me separé de él rápidamente.

—Voy a vomitar.

—¿Tan mal beso? Déjame intentarlo otra vez —sonrió y se volvió a cercar a mí, pero le separé de un empujón.

—Voy a vomitar —repetí más alto y salí corriendo hacia las escaleras.

Abrí la primera puerta que encontré y sin saber si era el baño o no, vomité. Mi garganta ardía y se me saltaban las lágrimas. Limpié con la camiseta mi boca y pude observar como estropee una hermosa moqueta. Salí de la habitación, fingiendo que no había pasado nada y rezando para que nadie me hubiera visto.

Planeaba bajar abajo, seguir bailando y coquetear más con Louis. Pero mi cabeza pensaba en una cosa y mi cuerpo hacía otra. Entré en una habitación que estaba a oscuras y no podía distinguir nada. Tropecé con mis propios pies y me reí.

Después todo se convirtió en oscuridad y frío.

***

Mi mente estaba completamente en blanco. Mi cabeza retumbaba. Mi mano acudió a mi sien, masajeandola suavemente. Esperando a que el dolor cesará.

Abro los ojos y notó que estoy tumbada en la cama. ¿Qué mierda hago en en la cama? ¿He pasado toda la noche ahí? Observo la habitación y sé que no es mía, ni a quién le pertenece. Me quedo intacta, sin saber como actuar ni qué hacer. Sólo intentó recordar qué pasó por la noche, pero lo último que recuerdo es estar en los vestuarios de los chicos esperando a Louis.

Apoyo mis manos en el blando colchón, levantándome. Al hacer tal esfuerzo mis piernas tiemblan y mi cabeza empieza a dar vueltas, pero rápidamente recupero el equilibro. Mientras el miedo recorre mi cuerpo abro la puerta de la habitación y reúno el suficiente valor para descubrir quién es el propietario de la casa y porque estoy ahí.