El Origen del Mal: Tom Ryddle

Mansión Tyler

Tom deberá tener mucho cuidado ahora que está en los dominios de April.

La escena era muy extraña: Tom tirado en el sucio suelo de la prisión de los magos, April junto a él con la varita aun en la mano, una enorme pitón plateada los rodeaba alejando a los dementores que acechaba por robarle a Tom la poca alegría que la injusta vida le había regalado.

El único sonido que se escuchaba era la estridente carcajada de Morfin Gaunt, que se encontraba a unos metros de ellos aún encerrado en su celda y la respiración de Tom. Él estaba alterado, el dementor lo había afectado mucho. Aunque no tanto como la idea de ver al único familiar que le sobrevivía y que al mismo tiempo era el único capaz de arruinar sus planes. Morfin conocía la verdad, el único que había visto a su madre casada con ese muggle y que sabía del origen de Tom y de su última visita a su familia paterna.

April estaba confundida. Acaba de escuchar claramente a una persona hablando parsel dentro de la celda, a ese hombre que se carcajeaba. No había entendido nada de lo que había dicho, ella no hablaba parsel, ese era un don hereditario y no se podía aprender. April nunca había conocido a nadie que hablara parsel, pero sin duda era parsel lo que hablaba ese tipo, eran los susurros y pitidos característicos del parsel. Ella había leído sobre Salazar Slytherin, el hablante de parsel más famoso de todos los tiempos, se creía que había sido él el primero en poseer este don y que solo sus descendientes directos podrían hacerlo.

April no entendía cómo era posible que Tom hablara parsel, ella siempre había creído que él era hijo de muggle, pero no podía ser así, él tenía ascendencia mágica eso estaba ahora muy claro. April no supo qué decir, solo soltó a Tom y se incorporó, mientras pasaba la mirada de él al tipo de la celda, ¿Quién era ese?

Tom necesitaba una excusa, hablar pársel era algo serio. April podría con facilidad descubrir su parentesco con Slytherin y con eso culparlo de abrir la cámara secreta, crimen que le atribuyeron a Hagrid, también podría relacionarlo con los Gaunt y con Merope, pero sobre todo con su padre. Con el ingrato muggle que abandonó a su madre.

Tom tenía que inventar algo, mentir, como siempre. Podría fingir que no sabía que hablaba pársel y decir "¿Qué hablo qué?" como muchos años después un también chico de cabello oscuro le preguntaría a su astuta compañera de clase. Pero no sería una idea razonable, April sabía a perfección que Tom conocía que era la lengua pársel, necesitaba otra excusa y pronto.

—¿Qué pasa, bastardo?, ¿Acaso niegas a tu familia, a tu linaje, a tu sangre frente a esta estúpida chica? —dijo Morfin en pársel. Tom no respondió—. Responde —grito Morfin ahora en lenguaje entendible por April.

—Respóndele Tom, quiero escucharte hablar pársel —dijo April furiosa. Ella se tomaba el no saber que él hablaba parsel como traición. Hablar pársel era un don muy exclusivo y sobre todo característico de Slytherin. Debió haberlo contado.

Tom no tenía opción, si no contestaba Morfin le diría a April en lenguaje entendible para ella todo lo que nadie debería saber, y si hablaba confirma aún más lo que él era. Cualquiera que fuera la opción que tomará terminaba con el mismo final: April no podía continuar con vida. Sabía demasiado, tenía que matarla. Tom no sabía si eso le dolía o lo tranquilizaba.

Se escucharon pasos apresurados y en la misma curva que Tom había intentado escapar de su pasado, apareció el celador.

—¿Qué pasa aquí? —preguntó él, alterado al ver que no estaban en la celda donde los había dejado y sorprendido al ver a la gran serpiente que se desplazaba protegiendo a los chicos de los dementores.

Tom se levantó a toda prisa, alejándose más de su tío y acercándose al celador, este los miró con reproche mientras con su mano les apuntaba la salida. April fulminó a Tom con la mirada, observó por última vez al reo que aún carcajeaba y se alejó doblando la esquina, La pitón de April no la siguió, continuó rodeando a Tom. Él no se movió, el celador se alejó siguiendo a April, Tom regresó la vista a su tío y le susurro en parsel: