...Se mira pero no se toca <3...
No voy a mentirles, no me separé de su beso tan rápido como debería de haberlo hecho. Me quedé congelada, mientras sentía sus labios chocar con los míos en busca de una respuesta, el sabor a alcohol comenzaba a introducirse en mi boca y eso fue motivo suficiente para reaccionar y romper el beso. Lo miré incrédula, sin pensarlo dos veces le di una bofetada, ya no me importaba quedarme sin trabajo, ya no me importaba nada. Eric se agarró la mejilla y frunció el ceño.
— Auch — dijo en voz baja.
— ¿Pero qué mierda acaba de pasar? — le pregunté riéndome para no llorar.
Kinsky retomó su postura.
— Sencillo, acabo de besarte Electra.
— Esto no tiene sentido — bufé.
Comencé a dar vueltas en círculos mientras intentaba calmarme. No comprendía nada de lo que había pasado hasta entonces, lo único que sabía era que debía explicarle todo a Nick antes de que esto se me fuera de las manos... Otra vez.
— ¿Te digo la única cosa que no tiene sentido? — tomó mi brazo izquierdo para que no pudiera seguir avanzando — La única cosa que me come la cabeza y me tortura el maldito ego es que me superas.
Abrí la boca, pero no salieron palabras. Estaba anonadada con lo que oía.
>> Por supuesto que vas a decirme que esto no tiene sentido. Pero desde el momento que entraste a la empresa te envidié, con toda mi alma lo hice. ¡Eres una Firelook y se le ocultas a todo el mundo! — reprochó lo suficientemente bajo para que solo yo pudiera escuchar sus palabras.
Me solté de su agarre y me crucé de brazos.
— ¿Y qué es lo que se supone que es envidiable de ocultarme ante el mundo? — pregunté.
— Que tienes la vida que deseas. Que haces todo lo que quieres.
Lancé una carcajada de la impresión.
— Es que tú en serio no tienes idea de lo que hablas. ¡Ser una Firelook arruinó mi vida! ¡Aunque no lo sepa nadie, yo no soy feliz viviendo así Eric! — respondí en el mismo tono.
— No, tú no tienes idea. No sabes lo que es ser obligado a llevar un apellido estúpido y estudiar para ser jefe de una empresa contra tu voluntad. Tú tuviste la capacidad de elegir todo el tiempo. Si no eres feliz, tú eres la única culpable de eso.
Eso me dolió, no les voy a mentir.
— ¿Y por qué me besaste entonces? Si manejas tanto odio y envidia hacia mí — pregunté intrigada.
Eric tomó aire y se me acercó lentamente.
— Mi envidia se desvaneció cuando te veía llegar todas las mañanas a la empresa. A veces chocaba contigo solo para poder cruzarte o inventaba excusas para verte en tu oficina. Quería que me odiaras. Quería que me trataras mal solamente para no sentir lo que siento por ti — confesó.
Solté mi aliento.
— ¿Y si te digo que quiero escupirte en este momento? ¿Eso te dejaría claro lo que siento hacia ti?.
— Me importa una mierda lo que sientas por mí, Electra. Lo único que sé es que me encantas. Y por eso es que voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para poder cambiar lo que te hice sentir por mí.
Solté una risa sarcástica.
— Yo no te gusto. Es solamente tu ego, como dijiste lo único que no soportas es que no te corresponda — repliqué.
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Con tu Ausencia
RomansaElectra Firelook tiene veintitrés años, vive en New Jersey con su gato Timbó con la esperanza de alejarse de su pasado que aparenta perseguirla. Ser la hija secreta del matrimonio más famoso del momento no es nada fácil, para peor, su trabajo como e...