━...
ISA.| ❝ ¿Miedo a la muerte? Uno debe temerle a la vida, no a la muerte ❞
Donde Isabella Riina va a Corea para cortar de raíz un problema que la sigue desde años y para obtener lo que le corresponde. Pero se termina enredando en otro problema de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las calles de Corea definitivamente se volvían más tranquilas por la noche, sin estudiantes ni trabajadores corriendo de aquí para allá, llegaba a ser hasta relajante.
Por eso ahí estaba, caminando por aquel parque completamente sola, sosteniendo un cigarrillo entre sus dedos. No solía fumar con frecuencia, pero después de enterarse que Dante había desaparecido y que probablemente querrá meter su nariz en todo aquello en lo que ella esté involucrada, no pudo aguantar y compró una caja. Aunque había tirado los 19 restantes.
Si Vinnie se entera de que fumé me va a matar. Pensó, y rio ante eso.
Se sentó en una banca observando el solitario pero bello panorama, debía admitir que Corea podía llegar a tener su encanto. Pero nada superaría a su amada Italia, y todos los recuerdos que tanto atesoraba junto a su familia que el país les había brindado.
━¡Oye!━ escuchó detrás suyo, y se giró inmediatamente soltando lo poco que le quedaba del cigarro. Rodó los ojos cuando la vio dentro del auto, era la abogada del otro día
Le hizo un ademán con la cabeza para que siguiera hablando, pero sólo la vio mover la mano indicando que se acercara. Rodó los ojos y volvió a su posición original, no sin antes pisar el cigarro y levantarlo del suelo. Iba a ignorarla, después de todo no tenía nada que hacer con ella.
Hasta que escuchó la bocina del auto.
La primera vez sólo fue unos segundos, pero al ver que no obtenía resultados favorables, la mujer presionó el centro del volante y no apartó la mano, haciendo que el ruido se escuchara permanentemente, irritando de sobremanera a Bella. Así que sin más remedió, se dirigió hacia el auto con cara de querer estrangular a alguien.
━Te escucho.━ le dijo, evitando mirarla para ignorar la sonrisa triunfante que poseía.
━¿Sabes? Te vi aquí sola y no pude evitar preguntarme si estabas bien.━ se llevó una mano al pecho, para luego seguir hablando.━ Así que pensé en que podíamos ir a cenar algo juntas, ya sabes, como unas rivales amistosas.━ terminó, a lo que la italiana dejó salir una risita por lo último.
━Nosotras no somos rivales, porque yo no te considero como una.━ le aclaró.━ Y gracias por tu preocupación, pero estoy bien, no quiero comer contigo y ya puedes irte.━ le sonrió, dispuesta a salir de ahí y caminar directo a su auto.
Pero no esperó que ella se posicionara a su lado a los pocos segundos. Isabella suspiró, el ruido que hacían sus zapatos al caminar le irritaba, por eso no le gustaban tanto los tacos aguja.
━Definitivamente tú y ese Quassano son igualitos, tienen la misma actitud.━ rio.━ Son tal para cual.━ terminó con un ademán de manos.
━¿Acaso eso te incumbe?━ le preguntó intentando sonar molesta, pero sin poder evitarlo una pequeña sonrisa se formó en su rostro.
