Capitulo 4

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Las uñas, medianamente cortas, de su padre golpeaban el escritorio de Jimin. Esperaba una respuesta y su ansias de escucharla crecía cada vez más con el tiempo pero Jimin solo quería saber porque se sentía tan nervioso frente a el siendo su hijo.

—Y-yo.

—La agencia es distinta desde que la deje en tus manos. No solo tienes el poder de una agencia famosa, ¿También me estás decepcionando? Mírame Park. Eres mi hijo.

—Padre... Los anuncios nunca muestran lo que es. Estamos en la ruina un poco. El dinero de esta agencia no es suficiente y los buenos artistas toman descansos.

—¿Que esperas, Jimin? ¿La ruina de la agencia que heredas o la mala imagen que nos dará? Los Park somos la familia que triunfa.

Aquel rubio apretó sus belfos gruesos y luego miró sus propias manos entrelazadas sobre el escritorio. ¿Que debía hacer ahora? Debía tener más ideas para que la agencia nunca caiga.

Su padre podía tomar su puesto nuevamente. Eso lo haría volver a ser el artista solista que solía ser y volver atraer dinero a la agencia mientras su padre se encargaría de lanzar álbums nuevos con su voz después de tanto tiempo. Pero no sabía si sus fanáticos aún seguían esperándolo allí fuera que Jimin vuelva a cantar y bailar como antes.

Dudaba de su éxito después de tanto tiempo sin cantar.

Dudaba como el puesto que tenía ahora. Su puesto temblaba de miedo ser quitado por su mismo padre.

Cerro los ojos y solo pensó en algo rápido antes de ser quitado del lugar que le gustaba.

—Por favor, dos semanas más, Padre. Lograré que la agencia recupere el dinero perdido.

—Sera mejor que pienses rápido. Una agencia tan famosa tiene cosas que pagar antes del derrumbe, evita el derrumbe para pagar lo que debe ser pagado.

—¿Que ocurre si no lo hago?

—Dile adiós a tu puesto, Jimin. Seré yo quien tome el puesto y todos los artistas deberán darte la bienvenida nuevamente como un artista más.

El rubio solo asíntio lentamente y luego se cubrió los labios con una mano. Debía ser fuerte si quería mantenerse en el puesto. Sus ojos observaron como su padre se marchaba lentamente después de lanzarle una mirada algo molesta y sus últimos pasos solo se escucharon hasta que la puerta de la oficina se cerró, luego Park volvió a estar solo con su mente en un lío.

Las horas pasaron y hasta el día siguiente no supo del rockero. Solo el mismo sabía lo que hacía y dónde estaba.

Las noches solían ser oscuras para él. No poder dormir era tan eterno como su vida por siglos.

Rodó los ojos al sentirse tan incapaz de conseguir aunque sea un buen sueño o malo.

Sentarse en la cama de golpe le hizo pensar en algo rápido que lo haría dormir.

Componer. Era un buen momento.

Encendió cada luz del apartamento, cada vez alejándose más de su habitación hasta la sala principal. Observó a su alrededor con la mente en busca de su guitarra mientras que su otra parte pensaba en lo que debía escribir. Nada paraba sus pensamientos.

Tomó su guitarra y caminó al sofá con su libreta junto a su bolígrafo en su mano contraria.

Se recostó en el sofá mientras colocaba aquel instrumento brillante en su regazo y posaba sus manos en distintas partes de este. Una mano en los diapasones y otra tomaba la púa dorada que contenía para ayudarse a tocar mejor.

Respiró hondo y tocó todas las cuerdas en un movimiento de púa hacia abajo, todas sonaron a la ver para luego tocar lentamente cada una de ellas al azar, buscando un buen ritmo.

𝐑𝐎𝐂𝐊𝐒𝐓𝐀𝐑 愛 KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora