Capitulo 7

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Jeongguk mejor pidió que sus miembros de banda lo dejarán solo y que volvieran a sus apartamentos.

La noche era su favorita. Estaba enamorado de la luna que lo iluminaba en las desiertas y oscuras calles de la ciudad. Los vehículos pasaban lentamente. Casi no habían muchos de ellos y eso hacia que el ruido en las calles será casi nulo.

Caminó con su bella guitarra sujetada y sobre su espalda. Sus manos estaban ocultas en los bolsillos de su vaquero. La mirada nocturna que solía poseer ahora estaba observando todo con detenimiento.

No sabía si la diversión estaba acabando o debía empezar. Quizá podría comenzarla el mismo cuando sus pasos llegaron al club nocturno que solía tocar antes y que siempre tenía la bienvenida para hacerlo todo el tiempo que el deseara.

Dudó si entrar o quedarse fuera con la luna que tanto amaba por siglos, incluso, cuando era un pequeño niño.

Se confundió un poco por sus impulsos pero algo lo llamaba hacia dentro y sus pasos no podían resistirse como su cuerpo completo.

No quería dejarse llevar pero esta noche era muy diferente a otras. Esta noche tenía algo que solo había presentido desde que sus botas caminaban llevando su yo hasta donde su cuerpo deseaba volver.

Entrecerró los ojos por toda iluminación de colores fuertes que provenían del club. Su presencia se mezclo entre los humanos y nadie supo que era un vampiro en esos momentos.

Desapercibido y libre de las sospechas. Sus ojos navegaron en el ambiente de rostros desconocidos y ninguno era de su agrado. Todos eran molestos cuando se giraban a verlo y lo reconocían pero quería estar solo.

Negó mientras era intentado ser rodeado por brazos que no quería y se empujaba entre ellos cuando el calor de los cuerpos en un mismo ambiente le hacía doler la cabeza poco a poco.

No quería rechazarlos pero les agobiaba como sus rostros encerraban la mirada y no podía ver más allá de un humano.

Pero una cabellera rubia podía desviarlo del lugar donde estaba. Quería ir hacia él. Lo reconocía entre muchos y su aroma era más común para él.

Sus manos quitaron las manos de todas las personas que lo sujetaban de su fina camisa negra y se adentro aún más entre los desconocidos solo para llegar a él.

Aquel rubio estaba en la barra y sus labios se ocupaban de besar el borde de un vaso con un excelente trago de whisky con hielo que el mismo había pedido y pagaría está noche por probar después de tanto tiempo.

Los ojos del vampiro estaban sobre el en una corta distancia pero se detuvieron y parpadearon muchas veces cuando el rubio fue rodeado por un brazo desconocido sobre sus hombros y todo su cuerpo fue jalado hacia el desconocido. El pequeño cuerpo del rubio chocó contra este. Una vez pegado a el, aquel hombre nuevo para él y que jamás había visto se acercaba al oído del rubio para susurrarle algo que jamás escucharía aunque tuviera el poder de una audición inhumana.

No pudo escuchar porque estaba tan sumido en el sentimiento de confusión que le nublada la mente como la concentración que requería poder escuchar de esa manera.

Su cabeza se ladeo demasiado hacia un lado y su ceño se frunció al mismo tiempo que los músculos de su mandíbula se tensaban. Su lengua se empujó contra su mejilla, haciendo un notable bulto en ella.

𝐑𝐎𝐂𝐊𝐒𝐓𝐀𝐑 愛 KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora