𝐑𝐎𝐂𝐊𝐒𝐓𝐀𝐑 愛 KOOKMIN

Capitulo 12

Vampire 2/2

Jimin intento pensar en algo. Realmente esto no podía estar sucediendo.

Sus ojos se movían de un lado a otro. Leer de nuevo, otra vez y otra vez. ¿Qué demonios era esto? Vamp Rock estaba en un contracto ajeno a su agencia.

—Jeongguk...

Si su oficina ya no era un ambiente tenso y lleno de molestias, entonces su mente le ganaba. Tenía muchas palabras acumuladas allí, todas para aquel rockero.

Pero mucho antes a esto, sus ojos sospecharon de como Jeongguk salía de la agencia cuando Jimin ingresaba a esta. Una sonrisa como un saludo y todo transcurría normal.

Arrojó aquel contrato sobre su escritorio. En el se podía apreciar el nombre de la banda junto a la clara firma de Jeongguk. Sin mencionar que también su padre había firmado junto al azabache y el contrato era sobre la agencia de competencia de su padre.

Frotó su cien. ¿Cómo era posible una banda con dos agencias? Un puñal en su espalda dolía menos pero este puñal era diferente y molesto.

Tocó el botón de su teléfono sobre su escritorio y le ordenó a su secretaria que aquel rockero sea encontrado. Lo quería ahora mismo en oficina.

Iba a matar a Jeongguk.

𝐑𝐎𝐂𝐊𝐒𝐓𝐀𝐑
hace horas atrás.

Jeongguk sonrío al ver al padre de Jimin sentado en una sala de reuniones de su agencia. Una señal y el azabache asíntio tomando asiento.

—¿Solo? Creí que vendrías con tu banda.

—Ellos lo sabrán después, aceptan cada paso que doy.

—Son buenos compañeros.

El azabache observó el contrato bajo las manos del hombre y luego desvío su mirada a sus ojos superiores. Su mano tomó un bolígrafo que sostenía el mismo, lo sacudió frente a su rostro y le enseñó que estaba listo.

—¿No quieres saber los beneficios de la agencia antes?

—No importa cuando la fama está frente a mis ojos.

—Bien dicho como tu seguridad.

Un contrato se deslizó sobre la mesa de vidrio, ojos de vampiro sobre ellos y ojos de humanos sobre él. Ansioso pero en dudas cuando aquel hombre solo sonreía con un poco de falsedad.

Arqueó una ceja luego observó como su sonrisa cambiaba a una cálida.

—¿Que tramas? Algo en ti nunca me gustó.

—¿Hablas de mi forma de ser o pensar?

—¿Que crees? Soy adivino. —Jeongguk demostró una sonrisa socarrona. —Se que me quieres, desde el primer momento. Eres tan envidioso de tu propio hijo. Todo lo que el desea, tu eres capaz de quitárselo.

—Te equivocas-

—Todo el mundo sabrá que estoy contigo pronto, incluso tu hijo pero me interesa solo el éxito. —"y tu hijo." Fue lo que pensó luego.

Su bolígrafo tocó el papel y sus ojos no se quitaban sobre aquel hombre. Le dió el placer de obtenerlo, a él y a su banda, movió su bolígrafo sobre el papel y le dió el gusto de que contemplara su firma allí.