Capitulo 11

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Vampire 1/2

Tocar la puerta no era su mejor forma de entrar a una casa. No debía pedir permiso pero era su mejor amigo de tanto tiempo. Debía ser respetuoso, solo esta vez.

Sus ojos estaban ansiosos de verlo desde de un tiempo.

La puerta se abrió, su emoción creció pero disminuyó cuando detrás de esta solo hubo una mujer muy amable al verlo.

-Oh, tu eres Jeongguk, ¿Cierto? Mi abuelo solía contarme de ti. ¿Vienes por él?

-El aún..

-Aun vive pero no del todo, supongo que lo sabes.

-No lo he visto desde hace un tiempo, verlo ahora sería un placer para mí.

La mujer apretó los labios, su mirada de desvío hacia el suelo cuando sus ojos captaron perfectamente los colmillos de aquel azabache frente a ella. Sabía que era un vampiro como también infernal. No era su enemigo.

Ella era tan cazadora como su abuelo pero este mismo le prohibió hacerle daño a Jeongguk si algún día lo conocía frente a frente.

Jeongguk podía acabar con ella en tan solo un chasquido de dedos.

Salió de sus pensamientos cuando el azabache insistió en ver a su mejor amigo y abuela de la misma. Asintió rápidamente, su cuerpo se impulsó hacia atrás, dejando que el cuerpo contrario tomara camino centrándose en la casa.

Los ojos de vampiro recorrían la sala principal. Era bonita, una decoración demasiada llamativa para él pero ignoró cuando las señas de la mujer lo llevaron a otro lugar.

Jeongguk asintió pero se detuvo en el primer escalón de las escaleras. Algo no le gustaba de esta sala, algo le quemaba. Su mirada fue rápida y encontrar un crucifijo no era difícil para él.

Sonrío ladino y hizo que aquel objeto sagrado comenzará voltear solo a una dirección, al revés. Le daba energía a él pero eliminaba la protección en la casa.

Tan pronto lo hizo, continúo su camino. Ahora su objetivo era verlo a él.

La puerta de la habitación se abrió, Jeongguk fue visto por ojos que extrañaban verlo desde un tiempo. La mujer fue ignorada por esos ojos, ya que, toda su atención estaba en el vampiro.

Solo una seña fue suficiente para sugerir una conversación a solas con su mejor amigo. La hija de aquel hombre se marchó cuando su propio abuelo le invitó a retirarse.

Jeongguk sonrío. Sus manos se estrecharon detrás de su espalda mientras veía a su mejor amigo recostado en una cama doble y cubierto por muchas cobijas blancas.

-Dime que los años te han pasado por arriba.

-Te lo diré, mírame, soy un anciano ahora. Ha pasado mucho tiempo y te ves tan joven.

El azabache halagado solo caminó un poco mirando la habitación y luego se paró frente a la cama. Sus ojos rojos le indicaban algo a ese mejor amigo.

-Sabes porque soy joven, no hay más métodos para eso.

Yeong río un poco pero no demasiado. Sus labios dejaron escapar una tos y una de sus manos cubrieron estos para no expulsar algo más en el aire. Sabía que Jeongguk era inmune a las enfermedades de los humanos pero aún así lo evitaba.

El vampiro demostró preocupación cuando lo veía tan débil. Sus defensas estaban tan bajas en su cuerpo. Solo podía examinar su cuerpo con solo verlo.

Su corazón latía un poco lento, sus pulmones apenas podían trabajar para inhalar un poco de oxígeno.

-Has cambiado tanto. Aún recuerdo tus ropas de príncipe y mírate ahora... pareces un joven rockero. -El hombre sonrío cálido y luego extendió su mano hacia él contrario, quería que estuviera cerca a él.

𝐑𝐎𝐂𝐊𝐒𝐓𝐀𝐑 愛 KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora