SHIBUYA DIVISION | ONE SHOTS

¡HBD RAMUDA! 🎉💛

"Si llega tu cumpleaños y no tengo una respuesta... adiós besos por una semana. Es más, por un mes. Así que, por favor, piénsalo".

Aquellas palabras se repetían una y otra vez en la cabeza de Ramuda. Los días pasaban y él no podía pensar en la respuesta.

Al principio pensó en decir algo simple, lo que fuera; lo primero que se le viniera a la cabeza. Calcetines con un estampado peculiar, una caja musical... podría decir lo que fuera, pero conociendola, ella no lo consideraría.

Ramuda lo que menos quería era quedarse sin los dulces besos de su novia, pero tampoco había algo que él deseara tanto como para pedirlo de regalo de cumpleaños.

Hace un año le pidió de regalo un beso, el cual ella le dio muy gustosa. Eso desató que ambos comenzarán a verse como más que amigos, y para navidad, lo único que le pidió como regalo, es que fuera su novia. Ya tenía todo lo que quería, ¿qué más podía pedir?

Sus pensamientos se vieron  interrumpidos cuando escuchó la puerta del taller abrirse.

¡En dos segundos no iba a poder pensar en lo que quería de regalo! Pensó que estaba muerto, y volteó con cuidado, encontrándose a sus compañeros de división.

El hecho de ver a Dice con un gorrito de fiesta y a Gentaro con un pequeño pastel, lo hizo respirar aliviado. Todavía tenía un rato más para pensar en su regalo, o en todo caso, a hacerse a la idea de no recibir un solo beso hasta pasado el día blanco.

—¡Feliz cumpleaños!— gritaron los dos chicos y Ramuda soltó una risa, saltando hasta ellos.

—¡Chicos~! ¡Muchas gracias~!

—Ramuda, tú siempre me has sorprendido y divertido, así que hoy decidí hacerte un regalo a cambio. Vamos, sopla la vela.— Ramuda juntó sus manos frente a él, cerró los ojos y en su mente deseó poder saber que pedir de regalo de cumpleaños, antes de soplarle a la vela que había en el pastel.

—Ramuda, yo... estaba pensando en un regalo de cumpleaños, pero como era de esperar, mi cartera está vacía... ¡El año que viene te lo daré!— Ramuda rió.

—Daisu~ tu no cambias.

—Oh, por cierto, Ramuda— comenzó Gentaro —Si tienes un deseo que quieras cumplir, voy a ayudarte, así que no tengas miedo en pedirlo. Para eso somos un equipo.

—¡Ja! Yo también puedo ayudarte en eso.

—Pues... ya que lo mencionan... ¿Qué podría pedir de regalo de cumpleaños?— ambos chicos lo miraron sin entender.

—¿Qué pedir de regalo de cumpleaños? ¿Por qué preguntas algo asi?

—Bueno... ______ me preguntó hace unas semanas que quería de regalo para mi cumpleaños, y cuando le dije que nada... me amenazó. Así que necesito saber que pedir, pero que sea algo que ella no comsidere que se ne ocurrió de último minuto.

—Fácil, pídele dinero— dijo Dice como si eso fuera la cosa más obvia del mundo.

—¿Por qué pediría dinero teniendo los altos ingresos de Empty Candy?— preguntó Gentaro con notorio desagrado.

Dice sólo se encogió en hombros y se dio la vuelta para ir a esculcar el taller, a ver su de pura casualidad, encontraba algo para comer.

—¡Estoy perdido!— lloriqueo tapando su rostro y tirándose en el sillón que tenía a lado. Gentaro dejó el pastel sobre la mesa de centro y se sentó a su lado.

—¿Qué tal que te lleve a tu restaurante de postres favorito?

—Eso le pedí en nuestro primer mes de novios.