Especial Victoria 👑 : Ramuda ⁵

878 77 80
                                    

—Entonces... ¿te gusto?

Y terminando su pregunta con un beso, fue como comenzó todo.

Por mucho tiempo tuve miedo. Miedo de lo que mi hermana podía hacerle.

Si ella fuera cualquier ciudadana del mundo, ¿qué importaba? Pero no, era la viceprimer ministra de Japón, Ichijiku Kadenokoji.

Ramuda, desde él primer momento en que nos cruzamos, fue muy amable conmigo. Aquel día, Ichijiku le advirtió claramente que tuviera cuidado de meterse conmigo, pues podría hasta atreverse a matarlo.

Es por eso que, cuando el se enteró de que me gustaba, decidimos comenzar una relación a escondidas. De eso hace ya unos meses.

Él se ha asegurado de hacerme sentir segura. Todo aquel miedo que sentia por mi hermana, se esfumaba en cuanto estaba entre sus brazos.

Nuestros encuentros comenzaron con simples abrazos y besos, pero de un momento a otro, se convirtieron en esto.

Sentir como sus manos recorrían mi piel, y a cada beso me demostraba su amor, era algo magnífico.

La forma en que me tocaba, como me miraba, era más que suficiente para hacerme sentir la mujer más feliz del mundo.

No podía dudar de sus sentimientos, no después de pasar momentos tan lindos como este.

Una vez terminado tan delicioso encuentro, como era su costumbre, me abrazaba con todas sus fuerzas, besando mi frente y susurrando me y una y otra vez "te amo"

—Te amo mucho.— reí y lo abracé más contra mi. —Perdón que ahora tenga que ser así... pero pronto, podremos ser libres, y vivir nuestro amor; sin escondernos de nadie.— dijo antes de besarme.

Él es lo mejor de mi vida.

    

(...)

    

—¿Dónde estabas?— escuchar su voz al entrar a MI cuarto me tomó por sorpresa. Ella no suele venir... a menos que sea necesario.

—Ah... ¿salí por ahí?— dije riendo. Cosa que claramente a ella le molestó.

—¡No quieras verme la cara, _______!— gritó golpeando su bastón, causando un sobresalto en mi.

—¿D-de que hablas?— ella comenzó a acercarse a mi, quedando cara a cara.

—¿De que hablo, niña? ¿Creias que no me iba a enterar que, por alguna extraña razón nunca estas en las noches? No tengo la menor idea de que hagas, si sales de Chuuoku ni como lo logres, pero, de una vez te lo advierto. Sola ni vuel es a salir de aquí. Ya he puesto a unas chicas al tanto de la situación y van a cuidar de ti. Así que, por donde sea que intentes salir, no lo lograrás, ¿está claro?— una de las reglas a seguro con ella era, nunca quedarse callada, pero creo que la he roto —Pregunté que si está claro, ______.

—Si, lo está.— se alejó de mi y salió de mi cuarto azotando la puerta.

Esto, vaya que es malo.

Lo peor, es que no podía avisarle a Ramuda. La única manera de hacerlo, era ir a buscarlo pero, no podia salir sin que aquellas sujetas me acompañaran. Se tuvo que enterar unos días después durante una cena que organizó la primer ministro, pues ella me preguntó acerca de eso. Ramuda lo comprendió todo al instante.

   

(...)

     

—¡_______! Mira la hora que es. ¡Levantate!— gritó entrando a mi habitación y quitando las sábanas que me cubrían.

SHIBUYA DIVISION | ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora