capitulo 8: Confabulación

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De a poco fuimos encontrando un equilibrio entre sus condiciones y las mías. Al principio nos costó un poco adaptarnos a las nuevas normas de convivencia, pero luego de unas semanas pudimos llegar a acostumbrarnos.
Lo único que yo pedía era seguir disfrutando de la "amistad" de Jake sin limitaciones y mi padre estuvo de acuerdo, pero sólo si permanecíamos en un radio de un kilómetro alrededor suyo. De todos modos, con el paso del tiempo comenzó a poner excusas; me pidió que disfrute de más tiempo en familia y hasta se habló de una supuesta visita a la casa de Zafrina, pero eso no quedó del todo confirmado.
Me senté en el porche de mi casa, disfrutando del aire fresco, escapándome de las constantes miradas calculadoras de mis padres.
_Hola, preciosa_ se oyó la voz cantarina de mi tía Alice que de pronto se apareció frente a mí con una gran sonrisa_ ¿Estás lista para disfrutar de una tarde de chicas?
Por lo general, verla mejoraba mi humor, pero en esta ocasión su "tarde de chicas" me daba la impresión de que la habían enviado para ocupar mi día y mantenerme alejada de Jacob otra vez.
_Claro..!_ musite resignada.
_Perfecto_ dijo dando un saltito y tomandome de las manos para ponerme de pie_ ¿Qué quieres hacer hoy? Podríamos cambiar tu look o hacer manualidades, aprender jardinería con Esme, quizás Rosalie podría unirse a nosotras y jugar a algo divertido, o.. _ me miró a los ojos y de golpe toda la fascinación con la que hablaba se debilitó, quedándose helada en el lugar por unos segundos_ O mejor podríamos ir a cazar en este instante..!_ murmuro con más firmeza y seriedad.
_Estoy bien.. no te preocupes.
_Ness.. Hace un rato vi q Charlie va a hacerles una visita sorpresa, no hay necesitad que pases por eso.
_Pero..
_Vamos_ me interrumpió_ Nos vendrá bien a las dos. A que no puedes alcanzarme..!!_ dijo mientras corría hacia el bosque.
Fué marcando un recorrido distinto, llevándome hacia una zona en la que nunca antes había estado.
Había ignorado mi sed por tanto tiempo que no me importó alimentarme de esos malolientes herbívoros que encontramos en el camino.
_¿Cómo te sientes ahora?_ inquirió mientras mirábamos el horizonte sentadas en una gran roca.
_Mucho mejor, gracias. No me había dado cuenta de lo mucho que lo necesitaba.
_De nada_ se encogió de hombros_ Aunque no me estaba refiriendo a los ciervos, exactamente_ musitó con una sonrisita picara.
_Mm.._ acentí ruborizada y baje la vista_A decir verdad.. yo tampoco _ambas nos reímos_ Me hizo muy bien saber por fin de que se trataba todo. Aún sigo sorprendida aunque.. parece como si lo hubiera sabido desde siempre_ la miré_ ¿Es eso posible?
_No lo se, cariño. Solo sé que ese perro te adora mucho más de lo que crees_ me guiñó un ojo_ Desde que estabas es la panza de tu madre lo atraías como si fueras un imán. Por supuesto que el estaba muy preocupado por Bells, su embarazo fué muy difícil y él era su mejor amigo, habían vivido muchas cosas juntos y bueno.. sentía un gran amor por ella. Claro que sigue queriéndola, pero después de tu nacimiento nos dimos cuenta que en realidad, eras tú la que lo retenía en casa. Siempre hubo algo.. mágico entre ustedes, y, aunque huela muy mal_ hizo una mueca_ No puedo negar que es un gran chico_ volvió a sonreir.
Acentí tomando una bocanada de aire y la abracé.
Estaba plenamente contenta de encontrar a alguien con quien poder hablar con libertad de mis sentimientos, sin la necesidad de esforzarme por retener algunos pensamientos o palabras que para otros estarían fuera de lugar.
Carraspeó, tensandose levemente, apartándome con dulzura de ella sin dejar de mirar por arriba de mi hombro.
_Hablando de Roma.._ susurró.

Me di la vuelta llena de confusión y lo encontré parado a unos metros de nosotras. Volví la vista a mi tía, quien me sonrió encogiéndose de hombros, poniéndose de pie con ligereza.
_Voy a ver si puedo encontrar algún puma por ahí.._ musitó perdiéndose de nuevo en el bosque.
_Hola nessie.._ me saludó Jacob a mis espaldas.
_¿Que..?_ balbuceé confundida.
_Fue idea de la duende, aunque me pareció genial.._ dijo acercándose a mí_ Esta es la única manera en la que podemos estar realmente solos_ aseguró luego de unos segundos y se sentó junto a mí.
Después de que la verdad salió a la luz, nunca más se había tocado el tema, en realidad pocas veces nos hablabamos. Ambos hacíamos lo posible para no pensar en ello así no irritabamos a mi padre, además, ya no existía qué debatir, todo estaba mas que claro.
Pero lo peor de todo era que en el intento de no exhibir nuestros sentimientos frente a quienes no estaban de acuerdo, nos estábamos alejando poco a poco el uno del otro. Nuestra relación era mucho mas distante, él venía a mi casa y.. lo tenía cerca, nada mas, extrañandolo como nunca.
Nos quedamos mirando a los ojos por unos largos segundos y luego me acarició la mejilla con ternura.
_Perdoname.. Hacerte llorar fue el peor de mis errores. Nunca quise.._ vaciló casi sin aliento.
_No tienes por qué disculparte. Entiendo lo que hacen por mí y.._ Sonreí nerviosa_ Tendría que haber controlado un poco mejor mis impulsos.
_¿Qué dices?_ cerró los ojos, negando con la cabeza y luego se quedó con la vista en el suelo_ Esto esta mal!_ dijo de repente, mirándome otra vez.
_Ya lo se, y estoy esforzándome en ignorarlo, pero..
_No!! Me refiero a lo que yo estoy haciendo, no puedo seguir así_ frunció el ceño con tristeza_ Al principio creí que aun no era lo correcto que me quieras como algo mas que un amigo. Pero ya no puedo soportarlo. Te veo triste, censurada, y en parte es por mi culpa.
Me quedé atónita, helada en el lugar, sin saber q decir.
Puse mi mano en su cuello, mostrándole flashes de cada uno de los recuerdos que tenía a su lado y me esforcé por trasmitirle mi voz interna en un grito:
_"TE AMO"_ fué lo único que pude decir.
Se quedó paralizado, con los ojos brillosos de la emoción, aferrando aún más mi mano a su cuello, inclinando la cabeza ligeramente hacia la derecha para no dejar que la retire. Luego se acerco un poco más a mí, colocando sus manos a ambos lados de mi rostro, mordiendo su labio inferior con alegría.
_Yo también te amo, pequeña.._ susurró_ Eres mi vida.
Ya no se escucharon los pájaros revolotear sobre nosotros, las hojas de los árboles mecerse con el viento, ni siquiera se oían nuestros corazones que segundos antes parecían estar a punto de explotar. Todo se detuvo a nuestro alrededor, pero no me importó.
Sólo podía sentir sus dulces labios aferrarse a los míos en un beso mucho más exquisito de lo que podría haber imaginado.

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