capitulo 9: Mal presentimiento

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Sólo pude percatarme de que la vida debía continuar cuando los rayos de luz solar dejaron de iluminarnos por completo. Sabía que desde ese momento ya nada sería lo mismo. Era muy probable que mi padre se llegara a disgustar mucho por desobedecer sus ordenes, y por eso ya no podría ver con tanta frecuencia a Jake y quizás tampoco a Alice por haberse puesto de nuestro lado, pero en ese instante, envuelta entre los perfectos y cálidos brazos de mi licántropo favorito, escuchando la peculiar melodía de su corazón, no existía en el mundo nada que pueda alterarme.
Me sentía la mujer más feliz del mundo, porque mi gran amor estaba junto a mí, eligiéndome de la forma en que tanto había soñado. Ya nada podría separarnos.
_Y ahora.. ¿Qué vamos a hacer?_ le pregunté en un suspiro.
_Estoy dispuesto a enfrentarme a Edward o a quien sea..
_No quiero que peleen. Si lo hablamos.. estoy segura que podrían entendernos.
_Yo no tanto_ desintió con amargura.
_Nessie, hay que irnos!!_ grito mi tía apareciéndose de la nada.
_Pero ¿¿qué paso?? _inquirió asombrado, abrazándome con más fuerza_ ¿Por qué tanto apuro.. no les hiciste creer que se quedaba todo el día contigo?.
_Si pero.. algo anda mal.._ dijo Alice con el ceño fruncido_ No puedo verlo muy bien, pero lo intuyo, debemos irnos ya!!_ aseguró.
_Yo iré con ustedes, vayan donde vayan. No me volveré a alejar de tí_ musitó Jake aferrándome aún más, apoyando su rostro sobre mi cabeza.
_No creo que sea una buena idea, chucho, ya nos arriesgamos demasiado.. Cuando estaba en el bosque, pude sentir que algo se está avecinando, pero es.. muy confuso.. Hazme caso, por favor, si te quedas con nosotras corremos el riesgo de que, sea lo que sea, empeore!
Pude ver la desesperación que destilaban las pupilas doradas de mi tía, así que me solté del abrazo de mi amado y me puse de pie.
_Solo será por un momento.._ le aseguré a Jake con una sonrisa despreocupada_ Nos veremos pronto, ya lo veras_ y le guiñé un ojo _ Te amo!
_Yo mucho mas!!_ musitó con una sonrisa, acercándose a mí para darme un pequeño beso, y luego me fui con mi tía.
Extendimos nuestro recorrido con la intensión de camuflarlo, pero a pocos metros de la cabaña quedaron al descubierto un par de efluvios diferentes a los que conocíamos. Claramente era de vampiros pero no me resultaban nada familiares.
_Ve a buscar a Jasper y luego quedate en la casa con los demás, yo rastreare la zona_ me ordenó con la vista atenta a nuestro alrededor_ Quizás pueda descifrar de que se trata todo esto si estamos separadas..
Llegué en unos pocos segundos, y me quedé helada a pasos del umbral, encontrando la puerta abierta y el interior misteriosamente en penumbras y en un taciturno silencio, mas intenso que de costumbre. Aparentaba estar vacía, pero una voz lejana resonó sorpresivamente desde lo mas alto de las escaleras.
_Por fin llegas, niña! Llevo horas esperándote.. _en un movimiento fugaz quedó parada frente a mi, mirándome con fijeza_ Pero mirate, nada mas.._ sonrió con malicia_ Has crecido, he!?
_Tanya??_ masculle.
_¿Dónde están los demás?_ musité mientras poco a poco los nervios y la incertidumbre de verla frente a mí invadían cada centímetro de mi cuerpo.
Chasqueó la lengua, mostrándose algo divertida y tediosa a la vez, negando con la cabeza y colgando sus brazos a ambos lados de la cadera.
_¿¿No te enseñaron a saludar??
_¿Qué es lo que está pasando..?_ balbuceé al darme cuenta que sus ojos eran de un brilloso y profundo carmesí.
_No te asustes niña.._ dijo con voz suave y melodiosa, acercándose a mí para tocar mis cabellos. Era evidente que contenía la respiración_ Están con.. unos amigos_ se encogió de hombros_ La última vez que nos vimos nos rodeaban decenas de vampiros y licántropos, no había lugar para un poco de "privacidad"_ enfatizó la palabra y los gestos al pronunciarla_ ¿Lo recuerdas?
Claro que sí, la buena memoria era una de las cosas que había heredado de mi familia vampírica, pero nunca pensé que llegaría el día en que aborrecería ese don.
Además de presentarse como uno de los testigos contra los Vulturis, para que no nos asesinen por confundirme con un "niño inmortal", inevitablemente también venía a mi mente el desafortunado fin de Irina. Tanya y Kate estaban de nuestro lado con la idea de vencer a los ancianos en el caso de llegar a un enfrentamiento, pero nadie les había advertido que estarían presentes en la muerte de su hermana. Kate había podido superarlo al tener a Garrett a su lado, pero al parecer Tanya no corría con la misma suerte. Lo último que habíamos sabido de ella era que pocos meses después de nuestra reunión, se había marchado de Denali por un tiempo, y hasta el momento no existía noticia alguna de su paradero.
_Dime que es lo que quieres!_ dije con la voz mas firme.
Dejó de dar vueltas a mi alrededor y me miró con una fingida sorpresa en su rostro.
_No me temas.. Nessie! ¿Acaso no somos como de la familia?_ extendió una amplia sonrisa, aunque su mirada permanecía sombría_ Bueno.. _vaciló, bajando la vista y suspirando teatralmente_ Ya que insistes..
Con suma rapidez me tomo del cuello con su mano derecha, arrojándome con fuerza hacia sus espaldas, estrellándome contra la pared de la cocina. Antes de tocar el suelo, la tenía arrodillada junto a mi. No podía distinguir con claridad su rostro blanquecino, ya que el golpe en la cabeza me mantenía mareada y con la vista borrosa, pero el fulgor exterior se adhería a sus rizos de color a las frezas.
_Tu y tu madre arruinaron mi vida.._ musitó en mi oído_ Ella me quitó a Edward y.. por tu culpa, perdí a mi hermana.
Una de sus manos sujetaban mis brazos unidos sobre mi cabeza y con la otra, me aferraba el rostro cada vez con más fuerza. A pesar del dolor que sus gélidos dedos me producían, el pánico me había paralizado por completo, impidiendo cualquier intento de defenderme.
_Pude aceptar que él no me eligiera.._ soltó una risita de suficiencia_ Él se lo pierde!! Pero la muerte de Irina no va a quedar impune!!_ me amenazó, mostrando los colmillos, lista para  atacar.
De repente un frenético y singular rugido retumbo desde la entrada.
_Pero mira nada más a quién tenemos por aquí..!!_ dijo Tanya sin voltearse.
Me levantó y en apenas dos movimientos me puso frente a ella, como una especie de escudo, posicionándose detrás de mí y en contra de la resquebrajada pared.
_No te conviene, chucho.. Piensa lo que vas a hacer. No querrás arrepentirte luego!!_ lo amenazó
Frente a mi aunque al otro extremo de la sala, pude ver a un gran lobo rojizo, con la pelambrera erizada y mostrando los colmillos de rabia.
_Jake.._ musité cuando al fin pude hablar.
_Si te importa tanto como dices.. deja que nos marchemos y nadie saldrá herido. Te prometo que la cuidaré muy bien_ Dijo sornamente.
Él se acercó unos amenazantes pasos y se quedó en posición para saltar encima de nosotras.
_Qué lástima.._ se quejó Tanya_ Hubiera preferido no ensuciar tanto la casa de mi amigo Carlisle.
En ese instante se aparecieron por el segundo y tercer piso, así como también desde la entrada, cinco vampiros corpulentos, con ropajes oscuros y ojos rojos, quienes se aventaron descontroladamente sobre Jacob.
_Noo!!!!_ grite _ Mátame si quieres, Tanya, has conmigo lo que quieras, pero no le hagas daño, por favor!! Detenlos!!
Ella aprovechó su distracción y me tomó en brazos, sacándome  por una gran ventana lateral, adentrándose en el bosque, ignorando mis alaridos y esfuerzos por zafarme de ella e ir a ayudarlo.
Llegamos al río y me arrojó al suelo, pero el golpe debió haberme desmayado, porque no recuerdo haberlo cruzado de ninguna manera.
Al despertar me sentía mucho más desorientada que antes. No sabía si la escasa luz que nos rodeaba era parte de un nuevo amanecer o del fin del crepúsculo, pero aún seguíamos andando. Tiritaba de frio, montada sobre el hombro derecho de la vampira, con un gusto extraño en mi boca y los cabellos húmedos y enredados con pasto. Podía ver sus pies correr velozmente desde su espalda, dejando atrás esos baldosines grisáceos.. Pero, ¿en dónde estabamos?
Traté de enderezarme un poco para mirar a nuestro alrededor, pero en vez de encontrar árboles y vegetación por doquier, nos adentrabamos por unos estrechos pasillos llenos de escaleras y recovecos.
_¿A dónde me llevas?_ pregunté, dando un respingo por el repentino dolor de mi garganta reseca.
_Estoy concediendote el deseo, querida.._ me miro con una ceja en alto_ ¿Acaso no sentiste como la peste se iba acercando a la casa? Siempre corre con suerte ese odioso lobo, no creo que le hallan hecho demasiado daño_ musitó con disgusto_ Aunque.. siempre hay lugar para las excepciones!!_ y extendió una sonrisa

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