El principio del Fin, el Retorno del fuego

El retorno del fuego

Después de varios minutos llego a Mérida, comenzó a sentir una presencia demoniaca, pensó que podría ser algún demonio que lo estaba esperando por lo que estaba en guardia y atento a lo que podría suceder, cada vez más la presencia se sentía más fuerte, Battu sintió preocupación cuando sintió que la presencia provenía por la casa de Rubí. Exclamo:

- ¡Rubí!

Mientras tanto la casa de Rubí estaba llena de policías y familiares de ella que estaban con la preocupación de saber algo acerca de Jade, su madre llorando le decía con angustia a su esposo:

- ¿Será que ha regresado por ellas? piensa llevarse a mis niñas....

Por su parte Rod estaba con Rubí, evidentemente estaba con los ánimos muy bajos, estaba vulnerable, Rod dijo que iría a comprar café para dárselo a los presentes, por lo que le pidió a Rubí que lo acompañara, mientras iban caminando de la mano, la piel de Rod comenzó a sentirse fría y tosca, pensó que podría ser por el frio de la noche, así que no dijo nada y siguieron su camino.

Antes de llegar a la cafetería, Rod se detuvo y miro al suelo. Rubí comenzó a sentir que la mano de Rod estaba muy helada, por lo que lo abrazo pensando que el chico se sentía mal, en ese momento sintió como Rod le lamio la oreja, ella rápidamente lo empujo y vio cómo su lengua se tornaba viperina, su piel comenzó a caerse, dejando ver su piel demoniaca, sus manos se volvieron grandes con largas uñas negras, en su rostro se dibujaba una sonrisa escalofriante, se estaba manifestando en su verdadera forma. Rubí se asustó demasiado al verlo y comenzó a correr desesperadamente mientras gritaba que la ayudaran, pero noto que a su alrededor no había nadie, todo estaba oscuro, pareciera que había entrado a otra dimensión, al darse cuenta de que se encontraba en un ambiente completamente extraño, comenzó a rezar. Rod se le apareció de frente, le rasgo el suéter que usaba, dejando al descubierto sus hombros y le dijo cínicamente:

- Demasiado tarde, tu Dios no te salvara, después de todo, tu elegiste... así que despídete de este mundo...

Mientras Rubí gritaba, Rod le lanzo sus sombras, Rubí sólo pudo cerrar los ojos y colocó sus manos al frente como para detenerlas, las sombras estaban a punto de rozar sus manos, cuando una flama detuvo el ataque destruyéndolas al instante, Rod estaba confundido, no sabía que pasaba, hasta que volteo la mirada y exclamo molesto:

- ¡Battu!

Rubí abrió los ojos, solo veía humo y a un joven de espaldas, observó su cabello rojizo, ella nunca se movió de donde estaba, vio a Battu, al verlo, rápidamente pensó que era el joven con el que soño en aquella ocasión y vio que usaba la pulsera roja que le había regresado a Battu, luego Battu dijo con voz seria:

- Sabía que la presencia era tuya, estuviste escondido detestable demonio, el que se despide de este mundo ¡eres tú!

Desesperadamente Rod lanzo múltiples sombras hacia Battu quien desenfundo la espada que le dio su padre y con un movimiento creo una bola de fuego que cubrió a Rod, la bola poco a poco se iba haciendo más pequeña. Rod lanzo un golpe con sus garras a la bola de fuego, estas se volvieron cenizas al momento en que toco el fuego, el demonio se iba consumiendo al tocar el fuego, convirtiéndose en cenizas, mientras gritaba sollozantemente, antes de desaparecer por completo dijo:

- ¡Eres un príncipe cruel, eres diferente, esta guerra tendrá muchas sorpresas...

Battu miro a Ruby, mientras ella no podía dejar de ver esa mirada carmesí, ella pudo notar que Battu se sentía triste, era evidente que algo le había pasado,  la reciente muerte de su padre y la de su amigo era algo que no en el rostro de Battu se hiciera presente la tristeza,  Battu se dio la media vuelta y le dijo: