El principio del Fin, el Retorno del fuego

Relatos del pasado

Battu estaba desconcertado, dejando atrás a su amigo, sintiendo angustia y preocupación por la guerra que se avecinaba, regreso a Mérida. De inmediato se fue a casa de la Maestra Cris para saber cómo se encontraba Zuca, después de ubicar la presencia de Zuca, llego a casa de la maestra, una casa antigua con 4 pisos ubicada en un lote, a su lado derecho colindaba con un parque y a la izquierda con un colegio, una casa muy grande, con paredes de color crema, y unportón de madera igualmente grande. Battu se acercó a la puerta y justo en el momento en que iba a tocarla, se abrió, asomándose la maestra Cris, le sonrió con dulzura y alegría, cual abuela sonriente y feliz de ver su nieto después de muchos años sin verlo, con una voz que resonaba el alivio le dijo:

- Que gusto verte, ya te estaba esperando...

Battu al verla sonriente sintió confianza, tuvo la sensación de que podía confiar en aquella señora, que creía conocer como la maestra cris, pero que ahora desconocía su verdadera identidad, pasaron a la casa. Por dentro se veía espectacular, todos los muebles eran antiguos pero se veían cuidados, un hogar cálido, largas cortinas blancas en las ventanas, sobresalían los cuadros e imágenes religiosas, en especial la imagen de Dios, Battu al ver aquellas imágenes reacciono de manera confusa, mientras la maestra lo llevaba a la habitación donde se encontraba Zuca, él pensaba en todas las imágenes del Dios de la maestra, y que no sentía incomodidad alguna, por el contrario, se sentía bien y en paz al ver la mirada de su Dios, sabía que debería sentir todo lo contrario, pensó a sus adentros:

- ¿Qué es lo que me está pasando?, ¿quién es esta señora? 

Por lo que antes de subir a la habitación le hablo a la maestra:

- Dígame quien es usted, al principio pensé que era solamente una persona más, pero el primer día que llegue, usted se quedó mirándome de manera extraña, no le di importancia, pero ahora estoy seguro que no es un ser humano normal, explíqueme o tendré que matarla...
La maestra bromeando le respondió:- Vaya, tranquilo hijo, me parece que eres bipolar, hace un momento hasta me sonreíste y ahora ¿amenazas con matarme? hay hijo, ambos sabemos que jamás podrías matar a algún ser humano, por esa razón Rubí sigue con vida, ¿cierto?

Battu aún más confuso, se quedó callado, con la mirada un tanto perdida, tratando de buscar alguna explicación o comprender lo que estaba pasando, la maestra siguió hablándole pero ahora con expresión dulce:

- Hijo, te lo diré ahora que has regresado... toma asiento y permíteme traerte un café con leche, ya es de noche y debemos cenar, acabo de terminar unas galletas deliciosas, ahora vuelvo, a las perritas, también le gustan las galletas? no se han separado de Zuca, pero no me atrevía a acércarme a ellas.

Al parecerla maestra Cris también podía ver a la Choe y Chorlita, las cuales al escuchar a Battu, de inmediato bajaron mientras lanzaban unos ligeros ladridos. Battu estaba muy soprendido, mas curiosidad tenia acerca de la maestra Cris. Mientras la maestra iba por la comida, Battu sintió que se quedó solo, comenzó a observar las imágenes que estaban a su alrededor, todas con una mirada dulce, tierna y confiada. El guerrero sintió una serenidad que jamás había experimentado, después de un par de minutos se levantó y sigilosamente se fue a la habitación para ver a Zuca. Al llegar a la habitación, entro y la vio acostada, con los ojos cerrados. Unas extrañas plantas se encontraban alrededor la cama, plantas con hojas de múltiples colores y una flor en el estómago de Zuca, como cubriendo la herida.

Battu sintió que su corazón tenía un latido bajo pero se encontraba estable, después escucho un sonido en el piso de abajo proveniente de la cocina, era el sonido de un plato de cristal que se había caído y roto en varios pedazos, por lo que bajo rápidamente, al llegar al piso de abajo tomo asiento y la maestra llegaba con un plato grande, cubierto de muchas galletas, también llevaba dos tazas, se acercó a Battu y le dio una de las tazas, el sin saber lo que era, lo probo, la maestra le pregunto: