El comienzo de todo.

5.3K 221 158
                                    

Era una mañana muy soleada. El cielo estaba azul y no había ni una nube. Fantástico.

Era sábado, un día totalmente increíble. ¿Por qué? Porque no había colegio, obviamente. Pero si que tenía mi clase de defensa personal. Si, me gustaba saber defenderme por mi misma. Extraño, pero me hacía sentir segura.

Ande hasta la colorida sala que teníamos, y me encontré con mi trabajadora madre. Una mujer de pelo rubio como el oro, y ojos verdes como el pasto.

-Hola mamá, espero que la cita te fuera bien ayer, no volviste en la noche- comente pícaramente. Mi padre falleció cuando yo cumplí los 5 años, pero mi madre ha llorado por mi todo este tiempo.

Ella me animaba todos los días, para que no sintiera ningún vacío. Pero todas las noches la oía sollozar desconsoladamente. Ella se encargó de mi todo este tiempo y ahora yo se lo devuelvo.

Mi madre solo reprimió una pequeña carcajada.

-Fue bastante bien, pero eso ahora no es lo importante- me dijo mientras se acercaba hacia mi- ¿como esta hoy mi niña? Es tu día especial, oficialmente, ya tienes 17 años- me dijo mi madre mientras pellizcaba mi mejilla.

-Oh mamá, me estas avergonzando- le dije sonrojada mientras apartaba su mano de mi mejilla.

-¿Te estoy avergonzando? Pero si no hay nadie cariño- me respondió riendo- dime, ¿vas a invitar a alguien a tu cumpleaños?- me preguntó ilusionada.

La verdad, no tenía amigas cercanas, no tenía ese tipo de amigas a las que se lo contaba todo. Resumiendo, en mi opinión, no tenía amigas verdaderas. Solo una, Sophie.

-Quizás a Sophie, es con la única que siento que conecto- le respondí sonriendo, mientras agarraba una manzana y la mordía.

-¿Esa chica pelirroja? Si, es una muchacha muy maja, ¿quieres que os prepare una merienda? ¿Una piñata?- me preguntó mientras encendía la televisión de la sala de estar.

-Mamá, ya soy mayorcita, puedo hacer las cosas por mi misma, no te preocupes, bueno, me tengo que ir- le dije mientras agarraba mi bolsa, la cual contenía mi ropa de defensa personal, y salía por la puerta.

Lo mejor de esa actividad, es que Sophie iba conmigo. Así era más divertido.

Al llegar me cambie rápidamente y ande hasta la sala de entrenamiento.

Allí estaba Sophie, ondulando un mechón de su cabello pelirrojo, mientras suspiraba aburrida.

Yo simplemente la salude mientras me acercaba hacía ella.

-¿Qué estabas haciendo? He estado esperando años a que llegarás- me dijo mientras hacia un puchero.

-Estaba hablando con mi madre- le respondí sonriendo- ¿te acuerdas de que día es hoy?- le pregunte.

-Obvio que me acuerdo, hoy es el día en el que tengo que pelear contra Marco, gracias por recordármelo compañera- me respondió riéndose.

Yo le di un codazo amistoso.

-Oh vamos, ¿no vas a felicitarme? ¿O por lo menos alegrarte?- le pregunte haciendo una cara de cachorro abandonado.

-Yo ya llevo con los 17 desde hace meses, ¿por qué debería alegrarme por ti en vede de por mi?- me dijo alzando una ceja. Yo la fulmine con la mirada. Si que era cansina cuando se lo proponía.

-Esta bien, felicidades por cumplir 17 años- me dijo rendida.

Yo solo asentí satisfecha.

-Gracias amiga, dime ¿vas a poder venir a mi cumpleaños después de esto?- le pregunte esperanzada de que la respuesta fuera un si.

Neverland.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora