[14] Accidental Death

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     —Tienes que parar, TaeMin —mencionó MinHo, quitándole un mechón de la cara a su novio, ambos recostados en su cama—. Cada día es más peligroso, y no quiero que corras más riesgos. —Choi le besó en la comisura de los labios y ahuecó la mejilla contraria entre sus dedos—. Puedes contar conmigo, el dinero no está de sobra pero tampoco nos va a faltar nada.

     —Deja de preocuparte. He hecho esto casi toda mi vida y dijiste que no ibas a interferir en ello, MinHo.

Los cabellos negros de Choi le estaban cubriendo parte de los ojos, aun así, la mirada condescendiente de este no se perdió. MinHo lo había conocido así, después de que TaeMin le robara su laptop y a la semana quisiera asaltarlo de nuevo.

La atracción fue como una pólvora en la mitad de una guerra, tan ávida que incendió todo entre los dos.

MinHo insistió tanto en colarse dentro de suyo que TaeMin no tuvo de otra que entregarse a la necesidad que MinHo creó en él. La relación no ha sido tan maravillosa como en los cuentos de hadas, porque MinHo era de una casa con buenos modales y valores bien clavados, mientras que TaeMin adoraba la adrenalina que le inyecta joder a la sociedad.

     —Tengo miedo de que no regreses un día...

El quebrajo en la voz de MinHo hizo que la naciente molestia dentro de TaeMin se terminara en ese segundo. No lo dudó, tomó las manos de su novio y se acarició el rostro con ellas, seguido le dio un beso en los labios y su sonrisa más conciliadora.

     —¿Por qué no habría de hacerlo? Aquí es donde siempre quiero estar.

Su cara se acomodó en el cuello de MinHo, su calor le recibió como todos los días y su respiración tranquila alivió a MinHo por un momento, pero él sabría que la inseguridad ya estaba ahí y no habría forma de deshacerse de ella a menos de que TaeMin parara.

     —Haría lo que sea por ti, Taem.

     —Ya haces todo por mí.

Días después, cuando TaeMin sintió que su novio ya no estaba tan ansioso por su 'profesión' salió en busca del motín perfecto. A veces prefería asaltar a jóvenes universitarias, con suerte cargaban más dinero de lo necesario y sus celulares eran de última generación en las mejores condiciones.

¿Lo malo? Es que ya no las encontraba solas, iban en grupos de más de cinco o con un hombre que fácilmente le aventaría el arma falsa si quisiera. Es por eso por lo que está en el centro comercial, esperando a que el guardia de la joyería se distrajera lo suficiente para entrar y sorprender a la dependiente con su sutil petición para que le llenara su bolsa de oro y piedras preciosas.

Lleva estudiando la tienda por dos meses. El policía de la entrada debía de ser nuevo, porque nunca lo ha visto en otro lado y se ve tan joven como él mismo lo es. Por las tardes, solo quedaba una persona en la tienda, así que enfrentarse al tipo de la entrada y a la señorita de adentro no representa gran riesgo.

TaeMin tenía razón con KiBum, ya que era el primer trabajo del oficial después de años de entrenamiento. Como alguien nuevo, necesitaba de labores simples que le ayudaran a subir, echarle la mano a los Kang con su tienda de joyería no era precisamente el trabajo de sus sueños, pero sí la oportunidad de por fin ejercer.

     —¿No piensas ir al maldito baño? —murmuró TaeMin. Ha esperado a que KiBum se vaya de su puesto por más de media hora. El joven rubio se fijó en su celular e hizo unas muecas a través del cristal, no fue difícil discernir que esa era su señal.

La mayoría cree que un criminal siempre iría con ropas andrajosas, con el cabello sucio y la apariencia más deplorable, pero no. TaeMin se vestía como cualquier hombre de su edad; pantalones rasgados, camisa de una marca medianamente conocida y los tenis del momento. Verlo por la calle no implicaría temor, y es por eso por lo que ha sido tan sencillo todos estos años.

It's Never Time [SHINee]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora