*Candy Especial de San Valentín*

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— ¿Podemos llevar esto? — preguntaba Dazai mientras sostenía lo que parecía ser un especie de tira de caramelo blando sabor cereza en forma de tanga.

— Dazai kun suelta eso — le contestó su acompañante, que por fin había podido encontrarlo — salgamos de aquí, este no es lugar para niños — dijo apremiando al castaño — y no creo que a mi hijo le agrade eso como regalo — agregó.

— No es para Chuuya — dijo dejando la caja en su lugar — en todo caso se me vería mejor a mí —

— ¡Dazai kun! — gritó Randou entre escandalizado y al borde de la risa — date prisa —

— Pensaba que sería bueno darle algo a mis papás, ya sabes, cómo agradecimiento por dejarme venir de compras con Randou san — Dazai pasaba su vista entre todos los dulces eróticos que estaban dentro de la sección de "dulces para adultos".

— No creo que nada de este lugar sea apropiado para que les regales a tus padres —

— Randou san no seas aburrido, fuiste tú quien me trajo aquí — sonrió dulcemente — ¿Por qué no escogemos algo también para ti? seguro Paul san les dará un buen uso —

— Fue un error entrar en este pasillo, salgamos —Randou dirigió su carrito lleno de materiales de confección hacia el final del pasillo, quitándole a Dazai otro paquete que parecían ser un set de bolas chinas con olor a fresa — además, temo que tus padres en realidad no sepan que saliste conmigo —

— Sí lo saben, solo que no en este momento — volvió a sonreír el chico.

Randou suspiro — si no quieres llevar nada más, que no sea inapropiado — se apresuró a aclarar — vamos a pagar —

— No, quiero hacer el chocolate exactamente como le gusta a Chuuya —

— De acuerdo —

Al mismo tiempo que Dazai y Randou empacaban sus compras en el auto, del otro lado del establecimiento un par de cabelleras negras y ojos violeta entraban a la tienda — que lugar tan peculiar — decía a su hija — escuché que tienen confitería de todo tipo —

— ¿Por qué esa sección esta cerrada? — preguntaba la chica señalando a una parte de la tienda que tenía acceso restringido.

— Debe ser la sección para adultos — le contestó Mori — demos un vistazo tal vez encontremos materiales exóticos — dijo emocionado tomando la mano de su hija.

— ¿Estás seguro de que puedo entrar? — Yosano se detuvo, se sentía más incómoda que nerviosa, sin embargo, sabía que la mejor fuente de información respecto al cuerpo humano y muy a su pesar, de juguetes para adultos, era su padre.

Mori sonrió ampliamente y contestó — mi niña, ¿crees que no sé la razón por la cual mis libros de anatomía reproductiva desaparecen? —

Yosano respiró, hizo lo mejor por ocultar su vergüenza y se dejó llevar por la curiosidad, sabía que era probable que en este experimento Mori aniquilara muchas de las ilusiones y fantasía que tenía, pero era un riesgo que correría una sola vez y se aseguraría en el futuro de ir a terapia para poder sobreponerse ante el inminente trauma que se avecinaba.

Con un asentimiento de cabeza por parte de su padre, Yosano suspiró cerró sus ojos por un momento y en cuento los abrió un brillo violeta los iluminaba y así ambos ingresaron.

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— Randou san sonríe — Dazai sostenía su teléfono mientras tomaba una selfie de ellos usando delantales.

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