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Las clases y clubs de la tarde terminaron con la puesta del sol, dando inicio a la cena, dentro del comedor, Chuuya buscaba a Dazai, no se encontraba ahí, caminaba distraído hasta su sitio, regularmente la comida no era servida hasta que el asiento era ocupado, pero Chuuya asumió que estando varios de sus amigos en la mesa, le habrían reservado un plato — Chuuya san — escuchó una discreta voz llamarlo seguido de una tos — Yo no tomaría esa sopa — dijo Akutagawa previniéndolo.

Chuuya volteó a ver al chico con cara de pocos amigos — No pasa nada si está algo fría ¿Que tan snob me crees? — contesto indignado el mayor tomando una porción aún más abundante con su chuchara.

— No es eso, es el plato de Kaji — dijo Akutagawa causando que inmediatamente Chuuya abortara su misión — Ah, lo siento, ¿Dónde está Kaji? —

— Detrás de ti — escuchó Chuuya a su espalda — Puedes tomarla, era tu sopa — continuó el chico de lentes — No, estoy bien, pensé que estabas en tu reunión de amantes de los lentes — contesto Chuuya.

— "Club de leve visión" — corrigió Kaji — Terminamos las actividades antes porque Ranpo san quería cenar los dulces que le trajeron —

— Aun pienso que deberían cambiarse el nombre — comento casualmente Akutagawa.

— Fue lo mejor que conseguimos, Kunikida san insistía en ponernos un nombre que describiera correctamente nuestra deficiencia ocular —

— Amantes de los lentes es mejor — soltó Chuuya con una risa, totalmente distraído tomó una cucharada de sopa que escupió enseguida — ¿¿¿Qué le pusiste??? ¡Kaji! Esto es incomible —

— Te dije que no la tomaras — dijo Akutagawa limitándose a terminar sus alimentos mientras todo el alboroto por la sopa sucedía a su alrededor, hasta que un vaso con agua le fue entregado a Chuuya — Gracias Tachihara — contesto el pelirrojo tomando de golpe todo el contenido.

— Chuuya san, tal vez deba ir a la enfermería — le contestó Tachihara.

— Si, te ves pálido —

— Eso es algo que no quiero escuchar viniendo de ti Ryūnosuke — indignado y posiblemente intoxicado, se levantó — No te termines eso — habló Chuuya desde la salida del comedor.

— Sólo le falta sal — comento Kaji sorbiendo su sopa, siendo ignorado por sus amigos ya acostumbrados a los gustos extravagantes del otro.

Acercándose a la enfermería Chuuya pudo escuchar voces identificando a su profesor de deportes Odasaku — Entiendo, sólo toma dos pastillas para el dolor esa es la dosis —

— Lo sé, lo sé, pero, Odasaku entiende que es un salvaje, ya va medio mes y no se ha disculpado —

— Aquí está el agua, intenta no ahogarte como la vez pasada —

Chuuya se quedo a un costado de la puerta, esperaría a que la enfermería se desocupara, encontrarse con su profesor no le causaba conflicto, pero que Dazai estuviera metido ahí le incomodaba, después de todo, él le había roto el brazo y comenzaba a sentir algo parecido al remordimiento.

— Si, no lo haré —Dazai agarró el vaso y sin pensarlo mucho tomó las pastillas — ¿Sabes que ya ni siquiera me habla? — continuó con sus quejas — Ya no quiero que este al lado mío, preferiría tenerte a ti —

— Dazai... —

— Tal vez se pueda, si hablo con mis padres y les explico que tenerte cerca me ayudaría con mis "problemas" seguro encuentran una forma de hacer el cambio —

— Dazai —

— ¿No quieres?, podríamos compensar todo el tiempo que estuvimos separados...

Una ráfaga de viento seguida del fuerte golpe de la puerta chocando con la pared interrumpió las palabras de Dazai, dejando ver a un molesto Chuuya entrando con fuertes pisadas, atravesando el pasillo directo a la cabina de medicamentos — Lamento la interrupción sensei, tengo algo de molestia, tomaré un analgésico — dijo en apenas un susurro con su mirada fija en Oda, lo cual a los ojos de Dazai parecía más una amenaza, que el profesor simplemente no notó.

Sus cálculos habían sido herrados, dado su pequeño encuentro en la mañana y con la llegada de Atsushi, Dazai no se imaginó volverse a encontrar con Chuuya prácticamente en el mismo lugar, todas las noches antes de dormir, Dazai tenía que ir a la enfermería a tomar sus medicamentos, pero dadas sus tendencias suicidas, debía ser constantemente vigilado por algún maestro, o las enfermeras.

Esa noche era el turno de Oda, fue por lo que le pidió a Atsushi que acompañara, para presentarlos oficialmente, no esperaba que, en su intento de molestar al menor, buscando "cercanía" y haciéndolo sentir incómodo enfrente de su futuro maestro, se encontraría con la persona menos indicada a escuchar sus palabras, no en esas circunstancias al menos.

— ¿Qué dices Atsushi? — se apresuró a decir Dazai, pero fue en vano, Chuuya estaba prácticamente dominado por la ira, en un estado en el que no escucharía razón.

Pero no todo estaba perdido.

— ¿Chuuya san te encuentras mejor? — entrando despreocupadamente en busca del mayor, Akutagawa se manifestó en la habitación disipando la tensión de Chuuya y Dazai concentrándolo en Atsushi.

Moviéndose rápidamente Dazai intentó cubrir con una sábana a Atsushi, mientras Chuuya agarraba de los brazos a Akutagawa.

— ¡¡¡Jinko!!! — gritó el otro — ¡¿Qué haces aquí?!, suéltame Chuuya san — se agitaba intentando zafarse del mayor — ¡Lo mataré! —

— Basta Akutagawa kun — se interpuso Dazai.

Las palabras de Dazai causaron una carambola en cuanto Chuuya soltó a Akutagawa quien calló encima del suicida, quien a su vez tiró a Atsushi.

— Lo siento Dazai san — se apresuró a disculparse Akutagawa levantándose y ayudando al mayor a hacer lo mismo, recibiendo una mirada helada como recompensa.

— Es suficiente — se escuchó decir a Oda mientras ayudaba a Atsushi aun en el suelo a desenredarse del nudo de sabanas en el que estaba, poniéndose así mismo como barrera de contención de Akutagawa.

— Iré por Chuuya — dijo Dazai saliendo de la enfermería, corriendo detrás del pelirrojo que ya había abandonado la habitación.

CandyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora