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Los alumnos se conglomeraban dentro del auditorio en espera de que el director comenzara su discurso, mientras los maestros intentaban poner un poco de orden entre el bullicio, Dazai por su parte intentaba llegar al otro extremo del espacio dónde su hermana se encontraba, una vez se había escabullido de Chuuya a quien le había encargado cuidar a Ranpo que seguía como una masa depresiva colgado al novio de un hermano, que desesperado, pero más resignado que molesto también buscaba al suicida.

— Gatote — llamaba en voz baja — Gatoteeee— repitió Dazai una vez estuvo cerca de Yosano, llegando a sus brazos pues la masa de gente lo había expulsado violentamente.

— ¿Qué pasa Pony? — le preguntó su hermana abrazándolo.

— Gatote me aplastaron —

— Eso vi Pony —

— Son unos salvajes — lloriqueó Dazai en los brazos de su hermana — Pero, te estaba buscando, tenemos una situación muy grave —

Yosano veía fijamente a su hermano, tenía más ojeras que de costumbre, pero no daba signos como la última que había colapsado y hasta dónde sabía, Dazai estaba bien ahora que salía con Chuuya y era ella la que actualmente estaba mal, pero no tan mal, como para preocupar a sus hermanos pues después de todo ella era la más fuerte de los tres, y si no era ni ella, ni Osamu, quedaba Ranpo.

— ¿Qué pasó? — preguntó la chica después de su corta deducción.

— No se me despega — siguió lloriqueando — Y ahora me hizo jurarle a Chuuya algo horrible, nunca voy a estar listo para eso, y, y... —

— Cálmate — lo abofeteó Yosano — ¿Qué le pasa a Ranpo? —

— Se rompió — respondió el menor sobándose su mejilla.

— Continúa —

— Anoche, mientras en el club de ocultismo trataban de sacrificar a Atsushi — según los rumores que circulaban y que Taneda supuestamente iba a aclarar dentro de un momento — Ranpo irrumpió en mi cuarto y no nos dejó dormir, necesito que lo tengas tu por un rato, o Chuuya también se va a romper y puede romper otras cosas... —

— Está bien — contesto Yosano — Déjamelo a mí, pero...—

— ¡¿Pero?! — se exaltó Dazai.

— Sí, debo volver a la enfermería —

— ¿A qué? —

Yosano volteó la mirada, suspirando le dijo — tengo un asunto pendiente ahí —

— ¿Con Kunikida kun? —

— Puede ser — sonrió melancólica — Cuando termine con eso, iré por Ranpo, mientras cuídalo un rato más —

— De acuerdo — dijo Dazai dando se la vuelta con toda la intensión de atravesar ese mar de gente y llegar a su novio, pero tan rápido como empezó, desistió — Creo que me quedaré contigo hasta que termine Taneda de hablar —

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Dentro de la enfermería Kaji dormía plácidamente mientras Kunikida intentaba escribir diligentemente en su cuaderno las notas de las clases que había perdido.

El clima era agradable, la nube verde se había disipad por completo habiendo despejado el día, el sol brillaba frente a Kunikida, era una imagen bella, el rubio sentado en la cama con la luz entrando por la ventana reflejado en sus ojos, mientras trataba de acomodarse para no quedar cegado y poder seguir escribiendo de la manera más eficiente posible.

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