I

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Recargado en la pared al lado de la puerta Dazai esperaba la salida del pelirrojo.

— Chuuya — llamó, saludando con la mano — ¿Estás enojado? —

— Ya no, el entrenamiento fue suficiente — dijo acercándose a Dazai — ¿Por qué volviste? No hay necesidad de que sigas viniendo —

— Pero quiero hacerlo, es divertido verte —

Chuuya suspiró resignado dejando caer su mochila con sus cosas para el entrenamiento y empezó a buscar su botella de agua, después de unos segundos Dazai se hincó a su lado y comenzó a remover entre sus cosas también hasta encontrar el recipiente — ¿Acaso te distraigo? — preguntó entregándole la botella de agua, los ojos del castaño parecían brillar de emoción.

— Eres una molestia para todo el equipo — exclamó Chuuya tomando un gran trago, para después levantar su mochila.

— Au contraire, mon amor, pienso que en realidad necesitas de mi presencia y motivación para tu mejor rendimiento — Chuuya soltó un soplido a forma de burla, fue algo leve y despreocupado, que indico a Dazai que estaba en terreno seguro — Acompáñame a desayunar — se animó a decir Dazai.

El pelirrojo lo volteó a ver con cara de estupefacción — ¡Son las tres de la tarde, ya no hay desayuno! —

— Au contraire, mon amor —

— ¡Cállate ya! —

— Pero es lo único que sé a parte de: Voulez-vous coucher avec moi? —

— ¿Si quiera sabes lo que significa? —

— Chuuya, hay pocas cosas en esta vida de las que estoy seguro, pero esto en definitiva se lo que significa — una sonrisa de resignación se asomó en la comisura de los labios de Chuuya — Vamos, muero de hambre — insistió Dazai.

— ¿Por qué te saltaste el desayuno? — pregunto el pelirrojo iniciando el camino hacia el comedor.

— Estaba en la dirección — contesto el castaño siguiéndole el paso.

— ¿Por qué? —

— Discutía mi castigo —

— Eso es nuevo—Chuuya parecía ausente mientras conversaba con el otro y no pasó desapercibido para Dazai el hecho de que el pelirrojo intentaba mantener distancia entre ambos — ¿Qué te tocó? — preguntó el mayor sin genuino interés en la conversación.

— Ayudar a Atsushi kun a sobrevivir — respondió Dazai siguiendo el rumbo de su plática.

— Huuum, tendrás que mantenerlos ocupados — contestó Chuuya en automático.

— Tanto trabajo, es injusto — se quejó el castaño.

— Oi ¿Seguro que podemos entrar? — preguntó el pelirrojo más presente e interesado en la puerta cerrada con llave frente a ellos, ignorando por completo las quejas del otro.

— Por supuesto que no chibi, en este momento deben estar preparando todo pasa servir la comida, tendremos que ir a la cocina —

— ¡Oi! Dazai espera — intento detenerlo Chuuya, pero el menor se apresuró a llegar al costado del edificio dónde se encontraba la entrada a la cocina, tocando un par de veces la puerta se abrió — Hola de nuevo — saludó Dazai a una de las ayudantes — Vengo por mi encargo — la chica lo examinó y sin decir palabra se adentró en lo parecía una alacena, regresando con una bolsa blanca que le entregó — Gracias — con una reverencia Dazai se despidió.

— ¿Por qué no vamos al jardín? — preguntó sonriendo el castaño.

— No tengo mucho tiempo, tengo que darme una ducha y alistarme para la tarde — repuso Chuuya.

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