— Entonces, cuando abrí mis ojitos ahí estaba, parado en el puente usando su chaqueta de cuero negro, casi me desmallo — Atsushi asentía mecánicamente a las palabras de Dazai, era obvio que no estaba prestando atención a lo que el mayor le contaba, aun así, lo veía tan entusiasmado que no tuvo corazón para hacer algún comentario, o siquiera ver hacia otra dirección — Luego regresamos a casa y Odasaku nos encontró, para nuestra sorpresa Randou san también estaba ahí, se veía muy pálido, pero ahí no termina la cosa... ¿Me estas escuchando Atsushi kun? —
El albino parpadeó un par de veces para luego dar un asentimiento más claro, a lo que Dazai tomo esa señal como afirmativa y prosiguió con su cuento. Era sorprendente para Atsushi, el cómo una simple pregunta, había desencadenado en media hora de parloteos de Dazai, sobre lo que sea que le ocurrió el fin de semana, él sólo le había preguntado si había terminado antes con su clase, pues ambos se había encontrado en el pasillo que llevaba al comedor.
— Por eso, pienso que te hará bien unirte a mi equipo de porristas ¿Qué te parece? — Dazai y Atsushi se encontraban ahora en el comedor, eran los primeros en llegar, era extraño para el albino ver tan vacía la cafetería, siempre que entraba el sonido de platos, cubiertos, conversaciones y el olor de las especias y platillos, eran un golpe que impactaba a cualquiera que entrara, en especial en la hora pico, pero gracias a las conexiones de Dazai, habían podido ingresar diez minutos antes de que las puertas se abrieran.
— ¿Atsushi kun? — repitió Dazai dándole un pequeño empujón.
— Si Dazai san — contestó en automático el menor.
— Perfecto, te veré hoy a las 6 en la pista de atletismo —
— Ah... de acuerdo — la duda se reflejaba en el rostro del albino, sin embargo, estaba tan acostumbrado a seguirle la corriente al mayor, que no tuvo más remedio que aceptar, ya se enteraría más tarde en que lo había metido, esta vez, Daza.
— Ahora ayúdame a llevar esto a una mesa — la chica que, con anterioridad le había guardado comida a Dazai, como el día que se vio con Chuuya, le entregaba ahora tres bandejas con platillos especiales.
— ¿Qué es esto Dazai san? — Atsushi tomo dos de las bandejas, los platillos estaban cubiertos con una tapa de plata que los mantenía calientes.
— Es algo que sólo se sirve cuando hay banquetes, y es lo que mis hermanos comerían si estuviéramos en casa, por eso teníamos que llegar antes, en teoría está prohibido tener este tipo de "privilegios" así que es mejor que nadie se entere —
— Ah, ¿Y esa? — señaló la que Dazai llevaba.
— Esta es para Chuuya — contestó con una sonrisa.
— ¡¿Ya arregló las cosas con Chuuya san?! — preguntó entusiasmado Atsushi, ganándose una mirada agria por parte de Dazai — Oh están por abrir, será mejor ir a pedir nuestra comida, yo iré Dazai san — Atsushi dejó las bandejas en la mesa con intensión de alejarse, pero antes de ir hacia los demás platillos, Dazai lo agarró.
— Aquí hay suficiente comida para ti y para mí, Atsushi kun — le dijo sentándolo a su lado.
— Gracias Dazai san, pero me siento mal de no comer lo mismo que el resto —
— No te preocupes, no será diario, estos platillos son complicados de hacer, es una excepción como pago a mis hermanos por unirse al equipo —
— ¿Chuuya san también se unió? — Atsushi se volvió a ganar otra mirada, pero ahora de desconcierto y decepción por parte de Dazai.
— No, Atsushi kun, esto es porque debe estar muy hambriento y sé lo poco que disfruta la comida de la escuela, no puede evitarlo, tiene un paladar fino —
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Candy
FanfictionAU escolar Soukoku. Shin soukou. Atsushi convence a su papá para que lo deje entrar a un internado junto con sus amigos de la infancia. En su primer día Chuuya es quien lo lleva a dar un recorrido por la escuela, a cambio de pagar su castigo por ha...