Capítulo 14-B

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 —Me han hablado de ti —rio el muchacho, enseñándole una sonrisa dentuda que goteaba demasiada seguridad en sí mismo—, el último Alpha Prime de nuestra especie

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 —Me han hablado de ti —rio el muchacho, enseñándole una sonrisa dentuda que goteaba demasiada seguridad en sí mismo—, el último Alpha Prime de nuestra especie. Finalmente nos conocemos, Günsche.

Hans no se inmutó.

 —No tengo ningún interés en conocerte.

 —¡Oh! —El joven hizo una mueca exagerada, como si le confundiera la actitud indiferente—. Pero soy tu mayor fan —declaró—, nací para conocerte...y superarte. —Sonrió.

Günsche levantó una ceja ante la declaración descarada.

 —A diferencia tuya, yo no soy un perrito faldero —la sonrisa se torció desdeñosa—. Estoy aquí para superarte y poner a nuestra especie en el lugar que le corresponde en la cadena alimenticia: el más alto.

El mayor arrugó la nariz en una mueca despectiva.

 —Grandes palabras para un novato híbrido.

El joven gruñó, sus músculos faciales se tensaron.

 —Tu sangre también dejó de ser pura —masculló—, peor ahora que te enredas con humanos. Hasta hueles como uno de ellos —olisqueó el aire para demostrar su punto—. Ah, ahí está... —le envió una sonrisa oscura mientras cambiaba su peso a la otra pierna y adoptaba una postura que a simple vista parecía casual— su aroma es inconfundible, ¿verdad? Apostaría que te has revolcado en sus sábanas, por eso puedo olerla en ti. ¿Es por eso que la sigues?

Un gruñido de advertencia se elevó desde el pecho contrario, lo que solo sirvió para envalentonar al novato.

 —¿Es una buena ama, dejándote subir con ella a la cama? —se carcajeó—. O tal vez no, después de todo es una Hellsing y no mancharía su honor con una bestia. Si no lo hizo con su vampiro, tampoco lo hará contigo.

Hans sintió su mandíbula crujir bajo el golpe de sus dientes apretados. La ira viajó en olas a través de su cuerpo, exigiéndole tomar represalias ante la boca floja del novato ante él. A pesar del ambiente, el otro se hizo el desentendido ante el peligro que emanaba de su postura, y continuó provocándolo.

 —Buscas que ella te acepte, ¿verdad? —sus ojos oscuros brillaron con picardía—. Qué bestia tan patética, hasta pareces un cachorro abandonado. Aunque estás olvidando un punto sustancial —desenredó los brazos y lo miró fijamente mientras tronaba los músculos del cuello, su cuerpo adoptó una postura de ataque—: sigues siendo un monstruo. Y cuando acabe contigo, iré a buscar a tu preciosa ama para saciar mi estómago con su carne. Apuesto que sabrá deliciosa.

La lengua rosada relamió lo labios secos en una mueca grotesca y Günsche sintió la avalancha de posesión invadirlo al escucharlo hablar de ella de esa manera. El lobo bajo su piel se agitó, irritado y dispuesto a saltar para rasgar la garganta contraria, increíblemente molesto ante lo que consideraba una amenaza directa a su propiedad. A juzgar por la postura del novato, era el momento ideal para dejar la charla y hacer exactamente eso.

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⏰ Última actualización: Feb 15, 2022 ⏰

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El lobo de lady HellsingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora