Capítulo seis.

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Aceptó su pedido. No estaba del todo seguro, pero tenía claro de que, esa cosa que los dos tenían no iba a terminar tan fácil. Su mente estaba navegando en otro lado, por ello, no se encontraba del todo cuerdo como para tomar una decisión aceptable sin ser cuestionable.

El ambiente pesado intensificaba lo tenso que se sentía al respecto de todo lo que estaba pasando. Michael Myers pasó la mano por su frente y suspiró sin hacer ningún sonido.

Lo pensó, pero no por mucho tiempo. Michael Myers miró a Jake Park y asintió con la cabeza lentamente, estaba aceptando que se escaparía con él. El coreano sonrió o eso intentó hacer, pero la cara le dolía tanto que hacer expresiones básicas era un gran desafío para Park.

Solo quería dormir, no importa dónde, solo si se encontraba cerca del asesino. Los dos estaban en silencio, como así era casi siempre solo que Jake era el que hablaba. Ambos no sabían como destrozar el hielo, acabar con esa tensión que se había generado en el ambiente y extinguir ese silencio tan tortuoso.

Park agitó sus manos, las cuales, aún, seguían encadenadas. Lo hizo para que Michael entendiera que debía sacarlo, pero el asesino solo sintió aún más confundido, tal como un niño pequeño. Jake se mordió el labio inferior y volvió a repetir la primer acción, sacudiendo sus manos insistentemente, mientras que con la boca, sin emitir algún sonido, decía; Sácame.

El asesino reaccionó. De inmediato, corrigió su postura y se puso perfectamente en pie para proceder a liberar a Jake. Rompió las cadenas con unos cuantos golpeteos, los cuales, sorprendieron a Park, ya que, expresaba toda la sobrenatural fuerza que poseía Michael.

Jake Park percibió como una pulcra paz interior recorrió todo su pecho y rostro cuando sus talones tocaron el suelo al igual que el resto del pie. El pobre joven se mantuvo en un estado que implicaba una dolorosa posición durante mucho tiempo, la cual, no favorecía sus articulaciones y eso provocó que, tambaleó hacia Michael y cayó sobre su pecho, abrazándole el cuello con los brazos.

—Estoy... Muy cansado —Susurró el superviviente.

Michael le miró las muñecas y estas se encontraban considerablemente marcadas con una franja de color entre roja y morada. Levantó las cejas y entreabrió sus labios, sorprendido, lo había dañado.

En ese momento no midió la fuerza con la que lo había apretado para evitar un escape de parte de Jake o alguna distracción que pusiera en riesgo su vida en la batalla.

No se sintió culpable respecto a ello, pero algo, en su pecho, una sensación extraña alcanzó a conmoverlo.

Michael apartó las manos de Jake de su cuerpo y lo dejó ahí, inmóvil, mientras se disponía a subir las escaleras del sótano que llevaban a la sala principal.

Park giró la cabeza hacia al costado mientras arrugaba la frente, confundido, no entendía el porqué de esa actitud repentina de Michael, una manera de actuar desconocida que indicaba que, tal vez, no lo quería cerca.

—No importa... —Murmuró Jake mientras se encogía de brazos y seguía a Michael, tratando de esquivar el doloroso pensamiento de que Myers estaba dejando salir a flote esa frialdad.

Los dos llegaron a la entrada, solo que, esta carecía de una puerta. Michael tomó del brazo a Jake, procurando de no rozar la marca de la muñeca del coreano para no herirle. Lo llevó a su torso y se apoyó en la pared, a un lado del gran espacio que generaba la falta de la dichosa puerta de madera.

Jake gimió levemente cuando la mano de Michael le tapó la boca, con la suficiente fuerza para evitar que Park se escape o si quiera forcejee. De repente, el sonido de unos pasos acercándose lo dejó pálido e petrificado, pero Michael estaba más que tranquilo.

Coutdown → Michael Myers x Jake Park © 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora