Coutdown → Michael Myers x Jake Park © 🔞

Capítulo cinco.

Ji-Woon Hak, ex-estrella del pop coreano, coronado en el género como uno de los mejores en su tiempo. Se mantuvo en el pico de la fama durante una gran época, la cual, luego de ser revelados unos audios en los cuales se oían gimoteos, lamentos y chillidos de personas, cayó repentinamente hasta desaparecer completamente.

Solo quedó como una leyenda que pocos creen que existió, aunque en la historia no se borra el asesinato intencionado a los integrantes-compañeros de su banda en aquél incendio.

También era un observador de lo que no debía ver.

Michael Audrey Myers se interpretaba como un tipo de persona la cual buscaría por cielo y mar lo que quisiera hallar o hacer suyo. Nunca se sintió incompetente hacia nada ni nadie, no como otros. A sí mismo no se consideraba tan poderoso como el resto, aunque fuera todo lo contrario, Michael jamás se detuvo a pensar en cuán fuerte era, qué personas podrían ser su posible competencia.

Él tenía la clave del éxito en las rachas de asesinatos u sacrificios; Hacer oídos sordos. Los asesinos que casualmente rondaban en Haddonfield solían burlarse de él, tratarlo de inservible y que no valía nada pero Myers no le daba importancia a aquellas cosas, él sabía que era más que eso, más que una simple "Cosa insignificante".

Buscó, buscó y buscó. Estaba empezando a perder la cabeza, quizá era porque caminaba lo suficientemente lento como para que su nueva presa desconocida se escape.

Michael olisqueó el aroma de la colonia de Ji-Woon, era un olor característico y único que solo le pertenecía al traicionero. Las marcas de sus zapatos talladas en el suelo y cuchillos en cada esquina de la casa.

Definitivamente eso había sido intencional.

Mientras tanto, Ji-Woon taradeaba la melodía de una de sus tantas canciones, la cual, por supuesto que en esta estaba compuesta de gritos de personas "Inocentes" antes de ser asesinadas brutalmente.

“Durante otro desesperado intento por llamar la atención, asesinó a una fan que había conocido en un encuentro vip. Tras arrancarle los ojos, colocó unos gemelos de diamante en las órbitas y le escribió con sangre en el pecho la frase; "He visto a Dios”.

Hak recordó la situación con una sonrisa ladina en sus labios, reforzando aún más su imagen macabra mientras colocaba el partecabezas pulido que llevaba sobre el hombro, ya que se trataba de un cierto "Bate de béisbol" mejorado que generaba un peso casi insoportable para Ji-Woon.

Pero el joven de talento innegable no contó con que Michael Myers lo estaba siguiendo, siendo así que estaba exactamente detrás suyo, inmóvil, esperando el momento exacto en donde Hak se volteara o, mejor dicho, su vulnerabilidad haya sido la gota que rebalsó el vaso.

Ji-Woon Hak había sentido esa extraña presencia hace mucho, aunque este no fue capaz de dominar la habilidad de saber detectar cuán cerca estaba un asesino de él, solo sabía que, todo aquél olor, ruidos y pasos que emanara el intruso; estaría disolviéndose en el aire.

De repente se detuvo, ya que esa incesante sensación de que algo lo seguía le estaba martillando la cabeza. Ji-Woon giró levemente la cabeza hacia un costado mientras levantaba de su labio su comisura izquierda, relamió sus labios y se dignó a voltearse.

Él estaba detrás, lo vió con el rabillo del ojo.

En ese instante de reacción rápida, Michael aprovechó para poder levantar su cuchillo de cocina y aterrizarlo sobre el pecho descubierto de Hak, el cual era su área más vulnerable aparte del cuello abrazado por las cadenas de la ex-estrella.