. 𝕸𝖎 𝖑𝖚𝖌𝖆𝖗 𝖊𝖓 𝖊𝖑 𝖒𝖚𝖓𝖉𝖔 .

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Daphne pov:

Mi familia siempre había sido un caos.

Pero de esos caos que son bonitos. Como ahora, que estamos por mudarnos y noto que mis padres están como locos encargándose de las cajas y demás.

Creo que estan siendo muy minusiosos en no olvidar nada, lo cual es bueno, ya nos mudamos lejos y no podremos volver así como así en cualquier momento, pero al mismo tiempo creo que deberían calmarse y vivir este ultimo momento en nuestra casa en paz. No volveremos a verla jamás y es bueno saber apreciar y despedirnos de algo que significó mucho por tanto tiempo.

- Oigan, todo ya esta listo, ¿porqué no descansan unos minutos antes de irnos?

Mi pregunta queda en el aire cuando ninguno responde. Entonces toso a propósito solo para que se den cuenta de mi existencia.

- Todavía no Daphne, no terminamos de guardar los vasos de la cocina porque los usamos anoche para cenar.-mi mamá cubría con papel de diario los vasos para luego guardarlos en una caja.-

- Bueno ma, pero tienen que descansar un poco, estan tensos.

- Ya vamos a descansar cuando lleguemos.-responde papá, y me toca la espalda para que me mueva de mi lugar ya que bloqueo la puerta.-

- ¿A donde vas?-descubrirán que soy una persona muy curiosa.-

- A cargar las cosas, el camión acaba de llegar.

Me muevo hacia la ventana y veo que un camión color blanco frena delante de nuestra casa, listo para llevar todas nuestras cosas. Los hombres que lo conducían bajan y luego de saludar empiezan a cargar todo.

Ayudo en el proceso y cargo con libros, muebles, cocina, maletas con ropa, mi cama, la de mis padres y más. Todo cabía dentro del camión.

Impresionante, pensé por un momento.

Toda nuestra vida estaba allí. No solo nuestras cosas sino tambien nuestros recuerdos. Recuerdos que ahora crearemos en una isla, llamada Outer Banks.

La decisión de mudarnos fue de todos, estabamos cansados de la ciudad. Vivir en Washington es muy bonito para los turistas, pero vivir allí los 365 días del año no es algo encantador. El frío, el tráfico, la suciedad, las personas pegadas en el metro.

Queriamos escapar de esa vida de locura. Queriamos tranquilidad. Siempre la hemos querido, y aunque ame Washington, su gente y tenga lindos recuerdos...no creo que sea el lugar donde quiera pasar el resto de mi vida. No digo que aún lo sepa, soy joven, tengo 17, tengo tiempo para descubrir cuál es mi lugar en el mundo. Pero algo me dice que la isla a la cual nos encaminamos es una buena oportunidad de algo nuevo.

Tal vez Outer Banks sea mi lugar en el mundo. Quién sabe.

Me adentro en la casa cuando todo ya esta cargado, solo me falta tomar mi mochila donde tengo mi celular, auriculares y cosas para el viaje, un largo viaje.

La observo y sus paredones vacíos me llenan de nostalgia, a mi corazón se le forma un hueco. He crecido aquí, y fue una linda niñez.

- Gracias por todo.-musito en voz alta, aunque suena suave, cargado de emoción.-

Se que solo es una casa, algo material, pero soy muy sentimental, y quiero todo lo que veo, o mejor dicho, quiero a todo ser, objeto u cosa que me haya hecho feliz.

Y este lugar lo hizo, sí que lo hizo.

Olivia entra corriendo emocionada. Mis ojos se centran en ella mientras sonrío y veo como agita su colita y se mueve. Esta inquieta. Sabe que vamos a ir de paseo porque ya le coloque su correa.

- Mi amor.-la tomo entre mis brazos y la alzo para que quede a mi altura y me da besitos con su lengua y mal aliento.-Mi amor...necesitas un lavado de dientes.

Ella sigue agitando su colita inocentemente mientras yo solo pienso que es la perrita más preciosa del universo. Dios me ha dado a la mejor compañera de travesuras...aunque para ser sincera, lo único que hacemos es comer, dormir y ver la tele tiradas en mi cama.

Eso somos, sí.

Salgo de mi casa con Oli en brazos y mis padres se estan despidiendo de los señores del camión. "Nos veremos allí" es lo último que escucho de uno de ellos.

- Bueno listo, ya esta todo. Vámos.-escucho decir a papá, era tan evidente que lo único que deseaba era partir.-

- Sí, espera que agarro mi bolso y....Daphne- observo a mamá mientras coloco en el piso a Oli.-¿Tomaste tu mochila?

Asiento mientras le muestro mi espalda, la mochila colgaba allí.

- Bien, tomo mi bolso y nos vamos.-sentenció como acto final.-

Oli y yo entramos en el auto de papá.
Un auto gris y espaseoso y con algo muy importante, aire acondicionado.

Leí en línea que Outer Banks se caracteriza por sus altas temperaturas.
Suena interesante ahora que lo pienso, porque en Washington crecí sintiendo el frío en su máximo explendor. Será interesante convivir con otra estación.

Mis padres suben al auto. Papá lo pone en marcha mientras mamá deja su bolso marrón detrás, al lado mío. Suerte que el asiento es grande y todos cabemos.

Abro la ventanilla y Oli saca su cabecita por ahí. El viento frío hace que su cabello blanco vuele.

- Dí adiós Oli.

Ella me mira un segundo con cara de "eh?" pero vuelve su atención al exterior. Sonrío mientras comenzamos a alejarnos poco a poco de nuestro ex hogar.-

Adios.

Angels like you // Rafe CameronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora