3.─La damisela que quería ser salvada

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La niña de cuarto grado, aquella que era nueva por los pasillos, estaba leyendo tranquilamente y en silencio un libro en la biblioteca de la escuela, el único lugar donde el ruido estaba prohibido.
A ella le encantaba leer, imaginar por un momento que ocupaba el lugar de los protagonistas. O eso se podía concluir de aquella sonrisa soñadora en sus pequeños labios.

Con un golpe contra la mesa, se asustó, y la sacaron de su sueño. Levantó la mirada y allí estaba Michael, junto a Gabriel, ambos con una sonrisa y la sombra de las malas intenciones como capa, pasando por alto el vistazo de recelo que la bibliotecaria les dio desde la recepción.

Antes de decir nada, Michael le quitó el libro de las manos y caminó hasta estar cerca de su compañero.

──«La damisela que quería ser salvada.»─leyó el título, haciendo al mismo tiempo una leve mueca──. ¿Quién lee estás cosas sexistas hoy en día? Digo, no me sorprende; eres una niña, pero te creí más inteligente.

──¿Por qué esperas que una niña sea inteligente? ──Gabriel escupió con una sonrisa blanca.

(________) se guardó las palabras y se puso de pie. Corrió hacia Michael pero esté rápidamente le pasó el libro a su compañero.
De allí les nació pasarse el libro entre ambos mientras la peli________ inútilmente intentaba recuperarlo, ya que ambos niños eran altos; ella debía ponerse de puntas de pie, y cuando estaba a punto de conseguirlo, solo les bastaba alzar el brazo con el libro, convirtiéndolo en una tarea imposible.

Michael se ríe mientras alzaba su brazo.
──Dime, ¿tú también quieres ser salvada?, ¿no crees en la posibilidad de salvarte tú sola? ──Michael parloteo con una sonrisa amplia y malvada, viendo a la menor intentando tironear de su brazo que elevaba el libro.

──¡Devuélvemelo!

──Es muy básico de tu parte, ¡todas las niñas desean ser salvadas por un príncipe, entiéndelo, Michael! ──Le siguió el juego el moreno.

──¿¡Qué es este escándalo!?

La voz bramada de la vieja bibliotecaria los interrumpe y en un accionar rápido, Michael le tira el libro a (________).

──No, no, ya no lo quiero, quédatelo, ¡por favor no me lastimes! ──finge con voz dramática ante la mirada perpleja de la menor.

──¡No-no, yo no-!

──¡Jovencita, usted no puede intimidar a sus compañeros y creer que puede salirse con la suya! Vendrá conmigo a la sala de dirección ──demandó la mujer, sin darle tiempo a la niña de explicar. De todas formas, no le creyeron.

Mientras salía de la biblioteca podía escuchar más risitas de ambos chicos de fondo.

Luego de eso, la directora le prohibió el paso a la biblioteca por dos semanas, por lo que la niña de cuarto grado debía ingeniarselas para leer en paz en los recreos.

──AGRIDULCE: Michael Afton x Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora