14.─Detrás de las paredes

6.6K 639 648
                                    

(Aviso: La madre de (________), tendrá un nombre, para no hacerlo confuso)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Aviso: La madre de (________), tendrá un nombre, para no hacerlo confuso).

Michael se había escapado de la clase de educación física, antes de que termine la hora, y fue al escondite donde frecuentaba, y que también lo hacía (________). Por un pequeño lado, esperaba encontrarla de nuevo, pero no estaba allí. Notó la ausencia de la niña de inmediato. No la vio en el recreo, ni en los pasillos

No quería creer que estaba preocupado por ella. Claro que no. Solo era... curiosidad.

Al salir de la escuela, vio a su hermana, de pie en la acera, quizá esperando la llegada de su madre o algo. Michael se le acercó, y al sentirlo cerca, la niña, Rubí, había transformado su rostro en un gesto de rechazo que ni se molestó en ocultar.

──Oye, ¿qué pasó con (________)? ¿Por qué no vino a la escuela?

──¿Qué te importa?

──No sé. Solo es raro que no esté, quiero decir... siempre está ──argumentó, manteniendo la fachada.

Rubí se cruzó de brazos, desconfiada.

──No te creo ni una palabra. Hablando en serio, ¿qué tramas con mi hermana?

Sonrió incómodo, por no decir, nervioso.

──Solo pregunté por ella.

──Escucha, no sé qué juego te traes, pero si estás haciendo todo esto solo para molestarla después... te aseguro que no te la vas a llevar fácil.

Estaba por responder a la defensiva; no iba a permitir que una niña pequeña lo amenace, y de repente, saltaron las voces de sus hermanos a sus espaldas, interrumpiendo el momento.

──¡Hola, Rubí!

Elizabeth y Evan se le atravesaron y lo opacaron. La cara de perro malo de Rubí, cambio a una de niña angelical.

──¡Hola, hola!

──¿Por qué sigues aquí? Digo, ¿y (________)? ──Elizabeth preguntó con sumo cuidado, todavía pensando en el día de ayer en el parque.

──Ah, eso... bueno, hoy en la mañana no se sentía bien; su pie aún le dolía, pero el cambio de clima también le hizo mal, así que mamá la dejo quedarse en casa por hoy ──respondió, simple.

──Que mal...

──¿Esperas a tu madre?

──¡Sip! Espero que no demore.

Justo al decirlo, un auto rojo aparcó frente a los niños y el rostro familiar de la señora Natalia, se asomó por la ventana, con una sonrisa amable.

──Hola, niños. ¿Esperaron mucho?

──¡Hola, mamá!

Rubí se acercó y su madre la saludó con un beso su cabeza.

──AGRIDULCE: Michael Afton x Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora