1. La princesa nerviosa

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- Segun fuentes sercanas a la pareja, la boda del año entre Jeon Jungkook y Kim SeokJin se llevará a cabo en marzo en la finca de Jungkook en Beverly Hills. Esperen una celebración discreta, los dos son notoriamente privados. —Paige, amiga y extraordinaria planificadora de bodas, bajó la copia de Celebrity Gossip y arqueó una ceja—. En serio, ¿hay algo que queráis contarme, chicos?

Jin puso los ojos en blanco mientras le quitaba el papel de las manos y lo tiraba rápidamente a la basura. —No puedes creer nada de esos chismes. ¿Qué hacen?, ¿se sientan a inventar cosas todo el día? Me encantaría saber quiénes son esas llamadas 'fuentes'.

—Bueno, Paige es maestra en hacer lo imposible. Tal vez podría hacer algo en un mes —le dije, guiñándole un ojo.

—Oh, demonios, no. —Se puso de pie, alisando su falda estrecha de color rojo intenso, y luego se acercó a una maleta llena de gruesos álbumes de recortes y revistas. Cuando comenzó a descargarlos en la mesa frente a mí, mis ojos se abrieron de par en par.

—¿Estos son...?

—¿Temas e ideas para la boda? Sí, lo son, Sr. Jeon . No conseguirás nada-discreto si estoy a cargo. Y de nuestras conversaciones anteriores deduzco que lo estoy, así que necesito que tú y tu buenorro prometido paséis algún tiempo con estos chicos malos. Pero primero, tenemos que fijar un lugar y una línea de tiempo. Soy bastante persuasiva cuando quiero serlo, pero no hago milagros. Aunque... supongo que soltar los nombres será útil en este caso.

Abrí una de las revistas y cuando mis ojos se fijaron en los arreglos florales, sentí el comienzo de un dolor de cabeza. Había, rosas, cremas, amarillas y de todos los colores imaginables, además de algunas combinaciones que ni siquiera me di cuenta de que eran posibles.

—Umm...

—Ese es su tono asustado, por si acaso no es obvio —dijo Jin cuando rodeaba la isla de la cocina y se acercaba a mí.

—No me estoy volviendo loco. Es solo que...

—Sí, lo estás —dijo Jin, dirigiendo una sonrisa cegadora hacia mí—. Cada vez que hablamos de esto, tienes esa mirada en tu cara...

—No, yo no —le dije—. ¿Qué mirada?

Esta mirada de mierda. Se te abren los ojos, te suda la frente y acabamos cambiando de tema. —Jin miro a Paige, que estaba en el lado opuesto de la isla, y dijo:-no hemos decidido nada.

—No es como si cambiara de tema a propósito.

—Claro que no lo es. No hay nada malo en estar abrumado, Jungkook. Por eso contratamos a Paige.

—Yo no... Está bien. Bien. Hay tanto... tanto que decidir. Flores, comida, música, invitados, sin mencionar el lugar. Nunca pensé que me casaría, y mucho menos que me sentaría a elegir qué tipo de flores quiero en la ceremonia.

—Oh, también necesito que elijas las flores de la recepción —agregó Paige.

—No estás ayudando, Paige —dijo Jin.

—Mira —dijo mientras se acercaba a pararse al otro lado de mí—, me estás pagando un buen dinero por mis habilidades. Así que úsame.

Volví la cabeza para ver que como la comisura de su boca hacía una mueca. —Usarte, ¿eh?

—De la forma que quieras. Esa es una invitación abierta para ti también, Jin.

—¿Por qué de repente siento como si estuviéramos hablando de cosas más allá de una boda y una recepción?

—Oye, también puedo ayudar con... la noche de bodas, solo tienes que decirlo. Puedes pedirle a Dawson una referencia, si quieres.

Me levanté del taburete y me dirigí al refrigerador para tomar una cerveza. Si alguna vez hubo un momento para beber, parecía que era éste. Paige había estado tratando de reunirse conmigo y con Jin durante las últimas semanas para repasar nuestras 'opciones', pero ambos habíamos estado tan ocupados con el trabajo que esta era la primera vez que nos sentábamos juntos y hablábamos de ello. También era la primera vez que pasamos más de veinticuatro horas juntos en demasiado tiempo.

Siempre ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora