6.Lleno de Amor

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- Esto es todo por hoy—dijo Ronaldo Méndez cuando se levantó de la silla del director, que se encontraba justo a la izquierda del escenario—. Jungkook, ¿puedo hablar contigo un momento?

Cuando todo el mundo empezó a dispersarse, Liv, mi coprotagonista, me besó en la mejilla y me mostró una cálida sonrisa. —Deja de preocuparte.

Fruncí el ceño. —No lo estoy.

—Sí, lo estás. Y no tienes por qué estarlo. Lo estás haciendo muy bien.

La semana pasada había pasado volando. Con mi nueva película en plena producción, las horas eran largas y los días parecían mezclarse entre sí. Estaba exhausto. Y aunque el guion no requería el aspecto físico al que estaba acostumbrado en mis papeles anteriores, el lado emocional de este personaje en particular era agotador en otros aspectos. No era mi estilo cuestionarme a mí mismo una vez que estaba en el personaje, pero tenía que admitir que estaba entrando en esto con una clara desventaja.

No solo estaba interpretando a un hombre heterosexual que había estado casado casi diez años, sino que estaba representando a un hombre que se había desenamorado. Algo que era el polo opuesto a lo que pasaba en mi vida real.

Dibujar a partir de lo que sabes, eso es lo que siempre dicen, ¿verdad? En este caso, sentía como si no supiera nada.

—Sí, supongo. Me pregunto qué querrá Ronaldo —le dije.

—¿No lo sabes? Si no estuviera contento, te lo habría dicho en medio de la escena y te habría obligado a hacerlo de nuevo, ¿verdad?

—Cierto. —Con un último saludo, Liv se fue al set cuando Ronaldo se detuvo frente a mí.

—Jungkook, un trabajo fantástico hoy. —La mirada en mi cara debe haber sido cómica, porque se rio—.¿Por qué pareces tan sorprendido?

Me había quedado sin aliento. —¿Honestamente? Me siento fuera de mi elemento, y solo quiero hacer este papel dignamente.

Ronaldo puso una mano en mi hombro. —Sé que lo haces. ¿Y la película que estamos haciendo? Es algo increíble. Solo quería que lo supieras para que te lo tomes con calma. Me doy cuenta que lo tienes todo en tu cabeza, y necesito que respires. Suelta cualquier presión que te estés poniendo a ti mismo, porque sé que eso no viene de mi lado.

—Lo sé, es solo que... estoy tratando de encontrar alguna forma de relacionarme con lo que está pasando.

—Es difícil hacerse pasar por un hombre quebrado cuando estás enamorado —dijo Ronaldo con una sonrisa—. Tal vez en vez de tratar de relacionarte a través de tus propias experiencias, imagina el dolor y la angustia que sentirías si esta fuera tu historia. Tuya y de SeokJin. ¿Cómo te sentirías si, después de todo lo que sientes por él ahora mismo, se desenamorara de ti y corriera a los brazos de alguien más?

El solo hecho de pensar en eso hizo que mi sangre comenzara a hervir, y Ronaldo hizo un gesto de aprobación.

—¿Esa mirada en tus ojos ahora mismo? Es perfecta. Siente esa ira, esa traición, ese dolor. Úsalo.—Luego me dio una palmada en la espalda—. Y al final del día, vete a casa y reconéctate. Pero sigue trayéndome esa pasión.

—Puedo hacer eso —dije, sintiéndome mejor, aunque la sensación de dolor por la imagen que había creado seguía siendo persistente. El hombre era un director magistral, diciendo lo acertado para sacar las interpretaciones que necesitaba. Y saber que ya estaba en el camino correcto alivió la ansiedad que tenía por ser la persona adecuada para el papel.

—Ahora ve a prepararte para tu estreno —dijo—. Y saluda a mi hijo si lo ves. Alejandro escoltará a Mallory.

Mis pies vacilaron ante la idea de encontrarme de nuevo con ese potente par, considerando que la última vez que los había visto, había tenido a Jin en casa y desnudo contra mi escalera antes de que terminara el evento.

Siempre ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora