Me desperte con Jungkook presionando besos a lo largo de mi columna vertebral, comenzando en la base de mi cuello y luego hacia abajo. Sus labios estaban suaves y calientes contra mi piel, y yo me contentaba con quedarme allí el mayor tiempo posible. Después de varios días de turismo en La Ville- Lumière, un día en la cama con mi nuevo marido me pareció una gran idea.
—Mmm, se siente bien —dije, sonriendo contra la almohada. Había demasiada luz en la habitación para abrir los ojos, lo que significaba que o bien había dormido demasiado tiempo o Jungkook había colocado unos cuantos focos dirigidos a nuestra cama. Supuse que era la primera.
—No te agoté anoche, ¿verdad? —preguntó, mientras sus labios rozaban la parte baja mi espalda.
Se estaba acercando exactamente a donde quería que su boca estuviera, así que aplasté mis caderas
contra el colchón, y mi polla se endureció con la fricción de la sábana.—Valió la pena —dije, justo cuando sus dientes rozaban la curva de mi culo, haciendo que mis caderas se levantaran. Pero en vez de moverse más abajo, Jungkook me lamió la columna vertebral.
El jodido me iba a matarme.
Con un gruñido, me di la vuelta y puse a Jungkook sobre su espalda antes de que se diera cuenta. La
sorpresa iluminó su cara antes de sonreírme.—¿Hay algo que quieras, Daydream? Pareces un poco impaciente esta mañana. —No luchó mientras le ponía las manos sobre la cabeza y me ponía a horcajadas sobre su cintura. Mi erección se frotó contra la suya a través del delgado material de su bóxer, que desafortunadamente se había puesto en algún momento antes de despertarme.
—Claro que estoy impaciente. ¿Y qué diablos haces con ropa? Te quiero desnudo y encadenado a esta cama todo el día.
Las cejas de Jungkook se elevaron. —Encadenado, ¿eh?
—¿Te opones?
—Ni un poquito. Pero no recuerdo haber visto eso en tu bolso.
—Entonces supongo que tendremos que conformarnos con otra cosa. —Llamaron a la puerta y miré a Jungkook—. Déjame adivinar. Me leíste la mente y ¿están entregando esposas ahora mismo?
—Listillo —dijo, mientras soltaba sus brazos, y luego se sentó y me besó antes de ponerse de pie.
Tomó uno de los albornoces que habíamos arrojado sobre la silla en nuestra prisa anoche por salir de la ducha y llegar a la cama, y se lo puso sobre sus anchos hombros y se lo anudó a la cintura—. Ya deberías saber que solo hay una razón por la que me vestiría, y solo una.
Jungkook abrió la puerta, y cuando uno de los camareros del hotel rodó un carro plateado, rápidamente tiré la sábana sobre mis caderas.
Gracias por la advertencia, cariño.
Después de que se fueron, me levanté y agarré uno de los albornoces también. Luego puse en mi plato los diversos manjares de desayuno que Jungkook había pedido, repentinamente hambriento, pero probablemente era porque sabía que necesitaría la energía en unos, oh, diez minutos.
Nos tumbamos en la cama, alimentándonos el uno al otro y mirando por las cortinas blancas desde donde se divisaba la Torre Eiffel.—Podría acostumbrarme a esta vista —dije después de limpiar mi plato y tomar una taza de café.
—Te dije que te traería aquí algún día. ¿Es todo lo que pensabas que sería?
—No —dije, y Jungkook se dio la vuelta desde donde estaba poniendo nuestros platos en el carro.
—Bueno. Eso es decepcionante...
ESTÁS LEYENDO
Siempre Contigo
Random"Según fuentes cercanas a la pareja, la boda del año entre Jeon Jungkook y Kim SeokJin se llevará a cabo en marzo en la finca de Jungkook en Beverly Hills." Tercera parte de la trilogía de Hollywood #Hollywood #NuestroDestino #Siempre contigo