8. Visitante

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Irene despertó al sentir el rayo de luz de la mañana viniendo desde la ventana. Estiró los brazos y miró alrededor. En el momento en que notó que la habitación en que estaba no le era familiar, se levantó de golpe.

Trajo una mano a su cabeza cuando un terrible dolor surgió. Lo último que recordaba es sentir sus piernas adormeciéndose y a Seulgi y Eric cargándola hasta el estacionamiento. No está segura de qué pasó después de eso.

Escaneó el cuarto. Vio un reloj despertador en la mesa de noche y se dio cuenta de que son ya las 10 am.

Ubicó su bolso cerca y buscó su teléfono móvil. Frunció el ceño, puesto que su batería estaba vacía. Su mamá definitivamente la mataría por ni siquiera llamarle.

Se paró de la cama y paseó por el cuarto, con la intención de descubrir de quién es la casa en a que se encuentra en este momento. Hay una fotografía enmarcada en la mesa cerca de la ventana. Es la foto de graduación de Seulgi con un hombre mayor a su lado, probablemente su papá.

Los ojos de Irene se agrandaron.

Entró en pánico. No puede con la idea de que Seulgi la vio en una situación como esa. Está más avergonzada aún al darse cuenta de que Seulgi la verá con la apariencia demacrada que tiene ahora. Y lo peor es que no puede recordar una sola cosa de anoche. ¿Qué tal si hizo algo que no debía?

Se golpeó a sí misma por tener una mente sucia. Luego se observó, aún estaba vistiendo la ropa del día anterior. No había señal de Seulgi por ningún lado.

La halló fuera de la habitación, durmiendo en el sofá. Pareciéndole linda la escena, Irene se inclinó un poco para inspeccionar el rostro de Seulgi.

Tocó la nariz de Seulgi con la punta del dedo. Ella no se movió. Irene sonrió, pero se detuvo al percatarse de que lo que está haciendo es tonto.

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Seulgi está de pie, cerca de un abismo

Mira alrededor para checar si alguien está con ella. No hay nadie.

Entonces vio a Joy parada en el borde del acantilado frente a ella. Quería acercarse, pero no hay un puente por ningún lado. El acantilado está demasiado alto, y morirá si cae al río de abajo.

-¡Joy!- Llamó Seulgi.

Joy no volteó.

-¡JOY!

Joy parecía no oírla.

Retrocedió un par de pasos y luego avanzó hacia delante, corriendo rápido. Cuando alcanzaba el borde del acantilado, Seulgi saltó tan alto como pudo. Pensó que lo lograría (estaba segura de que lo haría) pero debido a factores desconocidos, mientras estaba en el aire, presenció el espacio entre los acantilados ampliándose, haciéndola aterrizar del otro lado sosteniendo la orilla con ambas manos.

-¡Joy, ayúdame!

Intentó apoyar el pie derecho sobre un bulto de piedra, pero este se agrietó y cayó inmediatamente. Levantó la mirada y se encontró con Joy, quién la observaba desde arriba.

-¡Joy!, ¡Ayúdame! ¡No quiero caer!

-Seulgi.

Escuchó una voz.

Estaba segura de que no era la de Joy. Ni siquiera vio moverse los labios de esta. Buscó a su alrededor, pero no había nadie más que ellas. Miró hacia arriba nuevamente.

-¡Joy, por favor! No me dejes caer otra vez...

-¡Seulgi!

La voz era más fuerte esta vez. Sintió su mundo sacudiéndose y todo comenzó a caerse por el abismo. Su mano izquierda se soltó de la piedra y quedó colgando solo de la derecha.

HERSHE (Seulrene - Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora