HERSHE (Seulrene - Español)

34. Conquistado

-¿Está buena la pasta?- Seulgi hizo girar su tenedor dentro del montón de espagueti.

-Mmm-jummm.- Irene solo pudo asentir mientras masticaba su comida.

Después de la exhibición de fuegos artificiales, Seulgi sugirió un restaurante italiano cerca para ir a cenar. Irene accedió de inmediato, aún no tenía ganas de irse a casa. 

Esperaron casi 30 minutos a que llegara la comida. Irene suele enojarse con cosas como esta. Pero hoy eso no la molestó. Hablar con Seulgi la hizo olvidar su hambre por un tiempo. 

El teléfono de Seulgi sonó. Lo sacó de su bolsillo, sonriendo tras leer el identificador de llamadas. 

-Disculpa. Tengo que contestar.- Seulgi se puso de pie.

Los ojos de Irene siguieron a Seulgi mientras salía de la galería. Allí, Seulgi se quedó de pie, con una mano en su bolsillo, mientras hablaba con quien quiera que fuera en la otra línea, riendo y sonriendo de vez en cuando. Seulgi encontró un cupido de papel colgado en el árbol a su lado y comenzó a jugar con él haciéndolo girar con los dedos.

Fue entonces cuando Irene notó los diseños de corazones y cupidos colgando por todas partes. Miró alrededor del restaurante.

"Cuatro días para el Día de San Valentín, ¿quién será tu cita?"

Entonces se dio cuenta: quedaban cuatro días.

No le molesta salir por su cuenta o quedarse en casa durante esta  temporada, pero esta vez se sentía un poco emocionada. Sus ojos saltaron de nuevo a la persona en la veranda que todavía estaba ocupada hablando por teléfono.

-Hmm. ¿Debería darle un regalo? ¿Pero qué le daría? ¿No sería extraño darle algo en el Día de San Valentín?- se preguntó a sí misma.

Su emoción fue drenada cuando vio a Seulgi reírse con fuerza. Decepcionada, Irene frunció los labios. 

-¿Con quién podría estar hablando? Por favor, que alguien me diga que no es Wendy de nuevo.

El papel de Wendy en la vida de Seulgi la está molestando. Su curiosidad sobre el verdadero asunto entre las dos está aumentando. La primera y única vez que se vieron, Seulgi presentó a Wendy como una amiga. Pero quién sabe qué podría haber pasado después de eso. Lo único que Irene sabe es que no es imposible que Wendy también sea una de sus admiradoras.

Después de unos minutos más, Seulgi regresó. -¡Uf! Lo siento. Era mi tía. Dice que me extraña.

-¿No sueles visitarla?- preguntó Irene. Su expresión amargada por el malentendido anterior se convirtió en una sonrisa dulce.

-Estoy ocupada. Ella está ocupada.- Seulgi volvió a su pasta. -Y no me gusta que me dé comida gratis cada vez que visito su restaurante.

-¿Restaurante?

Seulgi tarareó en afirmación. -¿Recuerdas?, creo que te mencioné antes que me encanta ir al restaurante Tosokchon Samgyetang. Mi tía Victoria es dueña de ese lugar.

Irene dejó caer la mano sobre la mesa. -De ninguna manera.

- Sí. La comida allí es cara, pero es exquisitamente buena,- dijo Seulgi, llevando un tenedor lleno de espagueti a su boca. -No quiero que mi tía quiebre solo porque mi comida siempre corre por su cuenta cada vez que voy allí. 

-Bueno, debes ser su sobrina favorita.

Seulgi sonrió. -Por supuesto. Soy su única sobrina. Es la única hermana de mi padre y no tiene hijos.

Irene no podría estar más feliz. Se han conocido desde hace medio año, pero esta es la primera vez que escucha otras cosas sobre Seulgi además de sus problemas pasados con Joy.