HERSHE (Seulrene - Español)

38. Oportunidad

Irene se sintió aliviada de que Bogum no se presentara al día siguiente. Y como prometió su madre, las molestias cesaron.

Por otro lado, Seulgi aún no la ha llamado. Irene lo había estado  esperando porque escuchar la voz de Seulgi le ayudaría a olvidarse de su madre y de Bogum por un tiempo. 

La verdad es que se siente confundida. 

La niña que había estado enamorada de Bogum desde antes de tener memoria todavía está dentro de Irene. Pero lo que aumenta  su confusión son los sentimientos que ha desarrollado por Seulgi.

Sentimientos diferentes y similares en cierto modo. Ella no sabe qué hacer con eso. Sin embargo, sabe que elegir uno sobre el otro puede causar una concordia o una ruptura entre ella y su madre. 

Irene todavía no quiere pensar en las consecuencias.

¿Hay alguna manera de que pueda averiguar quién es más importante para ella? 

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Era domingo por la tarde, después de un viaje al supermercado, cuando Irene y su mamá vieron el familiar automóvil negro frente a su puerta.

-Vaya, mira eso.- su mamá detuvo el auto.

Los ojos de Irene se abrieron de par en par cuando Bogum salió del lado del conductor y caminó hacia ellas.

-Hola.- Se inclinó dentro de la ventanilla del coche del lado de su madre. 

-Hola, cariño. Me alegro de verte.- La mujer mayor pellizcó la mejilla de Bogum. -¿Dónde has estado? Irene ha estado esperando por ti desde el jueves. 

-¡Mamá!

-Solo estoy bromeando, cariño.- La mamá de Irene se rio. 

-Estuve en un viaje de negocios fuera de la ciudad estos últimos días. Regresé apenas anoche,- dijo Bogum. 

-¿Cuánto tiempo has estado esperando allí? Deberías haberme llamado a mí o a Irene para avisarnos que vendrías a visitar. Salimos a comprar algunos comestibles. 

-Nah. Está bien. Fueron solo un par de minutos. Y aún no tengo sus números.

-Oh. Te lo daré adentro, ¿de acuerdo?- dijo la mamá de Irene. 

-Eso sería genial.- Bogum les sonrió. -Por cierto, ¿puedo ayudarles con las compras?

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-Gracias por la ayuda.- La mamá de Irene le entregó a Bogum un vaso de agua fría. 

-Gracias.- Bogum le devolvió el vaso después de beberlo. -Y de nada.

-¿Tienes algo que hacer esta noche? Espero que puedas quedarte a cenar.

Irene sonreía mientras guardaba los condimentos en la alacena. Ella sabe que su mamá está forzando las cosas de nuevo.  

-Umm. Bueno... Esperaba poder llevar a Irene a cenar...- dijo Bogum.

Sorprendida, Irene se giró para mirarlo.

-¿De veras?- La mamá de Irene también se sorprendió.  

-S-sí.- Bogum asintió vacilante. -Solo... solo... solo si Irene está desocupada. 

-Sí. Seguro. Por supuesto, hijo,- respondió la madre. -Ella tampoco tiene ningún plan para todo el día de hoy ¿Tengo razón, Irene?

Irene miró a los ojos a su madre y supo que tenía que cumplir su parte del trato. -Sí.

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Bogum llevó a Irene a un restaurante frente al lago, donde tuvieron una cena de varios tiempos. No fue romántico, pero tampoco casual.