29. Molestias

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-El único lugar al que iremos ahora es tu departamento,- dijo Yeri, inclinándose para darle un beso a Seulgi.

Seulgi aplastó las palmas de las manos contra los hombros de Yeri y la apartó de un empujón. -¡Ey! ¿Podrías parar esto por favor?

-Pararé si me llevas a tu departamento ahora. 

-¡No, no, no! ¡Esto no está bien!

La interna no parecía entender. -¿Qué te parece bien entonces? ¿Esto?- Yeri comenzó a desabotonar su blusa.

Seulgi se dio cuenta de que era en serio cuando vio que el pequeño brasier rosa ya estaba expuesto. -¡Oye, para de hacer eso!- dijo ella, abotonando de nuevo la blusa mientras Yeri deshacía los otros botones.

De pronto, un teléfono sonó. Ambas voltearon su atención al teléfono de Seulgi sobre el tablero del auto.

-Disculpa...- dijo Seulgi, jadeando ligeramente.

Yeri suspiró, pero eventualmente se dio por vencida. Se volvió a sentar en el asiento del pasajero y volvió a abotonarse la blusa. Seulgi salió del auto para contestar.

-¿Hola?

-¿Seulgi? ¿Estás bien?- Era Wendy.

-Eso creo. Me alegra que llamaras.- Seulgi se secó el sudor con su pañuelo. 

-¿Por qué suenas tan agitada? ¿Estabas corriendo o algo así?

Seulgi miró rápidamente hacia su auto. -Estaba luchando con alguien.

-¿Qué?

Seulgi se dio una palmada en el rostro al darse cuenta de lo que dijo. -Una de las nuevas internas en la oficina se aprovechaba de mí en mi auto hace un segundo. No sé como controlarla. 

-¿Se aprovechaba?- Wendy se rio. -Deberías tratar de dejar de ser encantadora por una vez, Seulgi. Es tu culpa.

-No es gracioso.- Resopló Seulgi. -Estaba a punto de besarme cuando llamaste.

-¿Qué? Entonces tenía razón, de verdad estabas en problemas.- dijo Wendy. -Tenía una extraña urgencia por llamarte. Resulta que realmente necesitabas que alguien salvara tu trasero. 

Seulgi se rio. -Sí. Gracias, Wendy. Te lo compensaré la próxima vez.

-Los niños de ahora sí que son agresivos, ¿eh?

-Dímelo a mí.- Seulgi rodó los ojos. -Tsk. ¿Qué debería hacer?

-Dile que ya tienes novia. Parará si le dices eso.

-Pero no quiero romperle el corazón.

-¿Y qué pasa si sigue insistiéndote? No me digas que cederías.

-No. Todavía estoy enamorada de Irene,- dijo Seulgi. -No tengo el menor interés en esta niña dentro de mi auto. 

-Entonces dile que estás con Irene. 

-No puedo. Irene es su supervisora. Estaré muerta si se entera.

-Entonces cuéntale a Irene sobre ello.

Seulgi se detuvo, pensando que era una buena idea. -¿Crees que ella acceda a eso?

-Si le gustas, sin duda estará de acuerdo.

-Pero me ha estado evitando últimamente. De hecho, me ha estado evitando desde el viaje. 

-¿Umm? ¿Evitándote cómo?

-Bueno, rara vez hablamos. No me envía mensajes. Creo que comenzó cuando Krystal notó nuestra cercanía.

-Eso es interesante. Solo hay dos posibles razones por las que ella haría eso.

HERSHE (Seulrene - Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora