HERSHE (Seulrene - Español)

24. Cierre

Estuvo lloviendo todo el día. Seulgi estaba a punto de irse a casa después de su clase.

-Ugh. ¡Odio esto! ¡Mis zapatos y calcetines están empapados!

Desafortunadamente, su paraguas negro no era lo suficientemente grande para proteger sus zapatos de la lluvia. Lo que lo empeora es su pesada mochila. Odiaba el hecho de que ser estudiante de primer año de la universidad significa traer más libros y más grandes.

-En serio necesito convencer a papá de que me compre un auto pronto.

Salió caminando por la puerta de la escuela. De camino a la estación de autobuses, vio a una chica, tal vez de su edad, cobijándose de la lluvia debajo de una farmacia. Parecía estar preocupada o perdida. 

-Somos de la misma escuela.

Miró a los ojos de la chica por una fracción de segundo. Aunque la chica apartó la vista de inmediato, Seulgi tuvo el presentimiento de que esta chica necesitaba ayuda. Ella se está cubriendo en esa tienda sin paraguas en la mano, no hay siquiera una persona en la zona. Seulgi decidió ayudar. 

-Hola ahí, compañera. Seulgi sonrió. 

La chica se veía indecisa, pero el encanto de Seulgi parecio haberla vencido. -Hola. 

Seulgi cerró su paraguas para meterse debajo de la tienda con ella. -Parece que estás atrapada aquí.

-Más o menos.

-¿Olvidaste traer tu paraguas?

La chica negó con la cabeza mientras se pasaba los dedos por cabello. -No. Alguien lo robó. 

-¿Qué? ¿En serio?- Seulgi hizo todo lo posible por no reírse ante la idea de paraguas siendo robados. -¿Dónde lo dejaste?

-Allí,- dijo la chica, señalando la pared. -Dejé mi paraguas allí para comprar algunos medicamentos. Ya no estaba cuando me di la vuelta.

-Oh qué mal...

-¿Quién robaría un paraguas viejo y feo, para empezar? ¡Ugh!- gruñó la chica en frustración.

Seulgi apoyó ambas manos en la parte superior del mango del paraguas. -La cosa es que el valor del paraguas aumenta significativamente durante los días de lluvia.

Aunque no era su intención hacerlo sonar como una broma, la chica se rio. -¿Estás diciendo que mi feo paraguas se transformó en uno bonito y deslumbrante porque llovió? 

-Si algo así.

-Iiiiiihh... Tengo que irme a casa a las 4:30 porque Haetnim necesita tomar sus medicamentos a tiempo.

-¿Haetnim? ¿Es tu hermana?

La chica se rio entre dientes. -No. Es mi perra. Está enferma.

-Oh. Bueno, en ese caso, dijo Seulgi, levantando su paraguas, -Puedo ofrecerte un viaje a la estación de autobuses si quieres.

-¿De verdad?

-Sí, ¿para qué están los compañeros de escuela, verdad?

-¡Oh, gracias a Dios! ¡Eres una heroína!- La chica abrazó a Seulgi sin previo aviso. 

-Okey.-Seulgi abrió su paraguas cuando la chica se alejó. -¿Nos vamos?

-Umm. ¿Podrías decirme tu nombre primero, mi querida compañera de escuela?

-Por supuesto.- Seulgi ofreció su mano derecha. -Soy Seulgi. Es un placer conocerte... ¿?

-Joy,- dijo la chica, estrechando la mano de Seulgi. -Mi nombre es Joy, y también es un placer conocerte, Seulgi.