Lady Oscar: New Dreams

Aún

Tan solo dos días después de aquella fiesta, una noticia importante fue dada...

-¡Su Majestad! – Exclamó Marie Antoinette, entrando a los aposentos del Rey. – En realidad he venido a expresar una queja. – Comenzó a decir, ganando la atención total de su esposo. – Un ministro suyo ha pateado el estómago de su madre, eso me hace suponer que será un varón. –

-¿Perdón? – Murmuró Luis XVI, sin entender lo que sucedía. - ¡Ah! ¿Quieres decir que...?! –

Marie soltó una risita risueña, mirando a su mirado. - ¡Estarás encantado! ¡Por fin estoy embarazada de su Majestad! – Exclamó emocionada, tocando su vientre con delicadeza. - ¡El bebé acaba de moverse dentro de mí! -

-¡Oh, mi Dios! – Exclamó Louis con emoción, abrazando con cuidado a su esposa. - ¡Seremos padres! –

-LADY OSCAR NEWS DREAMS-

Arco II: "Identidad"

Capítulo XXXIII: "Aún"

La noticia del embarazo de Marie Antoinette se corrió con rapidez por toda Francia, que festejaba con júbilo que pronto nacería un heredero al trono, una noticia tan esperada que hizo que le amor del pueblo que había comenzado a extinguirse por su Reina, aumentara una vez más.

-¡Será madre, Anne! – Exclamó Fernanda emocionada, abrazando a su hermana. - ¡Mi hermana será madre! –

-La noticia te ha devuelto el ánimo. – Dijo Anne, correspondiendo el abrazo con una risita. – Mira, te ha hecho tan feliz que hasta te has olvidado por un momento del trabajo del que no te despegabas ni un segundo. –

Fernanda soltó una risita ante el comentario. – Tienes razón, saber que mi adorada Marie conocerá la dicha de ser madre al fin me llena de emoción y felicidad. – Dijo, separándose de su hermana. - ¡Oh! ¡Cómo desearía que Cosette conociera a su primo! –

-Bueno, podría hacerlo si tú lo quisieras. – Respondió Anne, cortando la emoción que desprendía la rubia. – Perdona, no quise... -

-No, tienes razón. – Negó la joven, dándole la espalda. – Fue mi decisión que Marie ni nadie conociera la existencia de Cosette. –

-Bueno...excluyendo a Cecilie, Allen, Girodelle, André, el conde Fersen, Gilbert... - Comenzó a enumerar Anne, contando con sus dedos.

-Ya entendí, gracias. – Murmuró Fernanda, soltando un bufido. – No quiero que la corte se coma viva a mi hija, y ahora menos que nunca deseo arruinar la reputación de mi hermana. –

La castaña soltó un suspiro, resignada. – Lo sé, eres demasiado amable y bondadosa como para seguir considerando a su Majestad como tu hermana después de descubrir que la Reina Austriaca básicamente te tomó como rehén para silenciar a nuestros padres. –

-Marie no tiene la culpa de nada, Anne. – Replicó la rubia, girándose a verla con cierta molestia. – Y aunque las cosas hayan sido así, mi madre nunca me trató diferente de cualquiera de sus hijos, incluso conociendo mis defectos... - Murmuró, desviando la mirada. – No entremos en esta discusión de nuevo, por favor. – Dijo, sonriéndole a su hermana. – Le escribiré una carta a mi madre para contarle las buenas nuevas. –

Anne asintió. – Toma tu tiempo, iré a preparar la comida, André no debe tardar en regresar con Cosette de su paseo. –

-Avísame cuando lleguen, por favor. – Dijo la rubia, su hermana asintió sin decir nada más, por lo que ella se dirigió a su habitación para escribirle una carta a su madre en Austria, contándole todo lo que Marie le había contado acerca de su embarazo.