Lady Oscar: New Dreams

La Tormenta del Corazón -Segunda Parte-

-LADY OSCAR NEWS DREAMS-

Arco I: "Rosas"

Capítulo XIII: "La Tormenta del Corazón –Segunda Parte–"

Fernanda abrió los ojos lentamente, sentía un dolor punzante en su estómago y una terrible migraña. Se sentó con dificultad, notando que estaba en una cama pequeña y descuidada. Miró por la pequeña ventana de la humilde habitación, notando el brillo de la Luna.

-"¿Dónde estoy...?" – Pensó confundida, observando el lugar con calma: las paredes estaban despintadas y deterioradas, el piso estaba quebrado, las sábanas de la cama estaban viejas y desgastadas. Su mirada se quedó fija en el chico pelinegro que dormía sentado en una silla sencilla de madera vieja, recargado en la orilla de la cama donde ella descansaba. – "¿Esta es...la casa de Gilbert?" – Pensó sorprendida, entendiendo un poco la situación.

Gilbert abrió los ojos, percatándose de que la joven había recuperado el conocimiento, rápidamente se incorporó, sintiendo un alivio interior.

-Despertaste, que alivio. – Murmuró Gilbert, sentándose en la cama junto a Fernanda.

-Perdona, yo... - Murmuró la menor, sin entender cómo había terminado en ese lugar, intentó levantarse, pero un fuerte dolor en el estómago la golpeó repentinamente, haciéndola gemir. – Duele... -

-Tranquila, no te muevas todavía. – Agregó el pelinegro, tomándola del hombro para recostarla con suavidad. - ¿Qué te sucede? No es normal que alguien pierda el conocimiento de esa manera. –

-Hace algunos años tuve un problema, mis médicos dijeron que probablemente sufrí de envenenamiento, nunca se pudo comprobar, pero desde entonces tengo mareos, dolores de cabeza, náuseas, bueno incluso en ocasiones pierdo el conocimiento... - Explicó Fernanda, desviando la mirada algo apenada por la situación. – No quería que me vieras así, lo siento... ¡Pero no digas nada, por favor! ¡Te lo suplico! – Exclamó, tomando la mano de Gilbert con angustia.

-No lo haré. – Respondió Gilbert, apretando sutilmente la mano de Fernanda. – Pero ahora me tienes que responder una pregunta. –

-¿Qué cosa? – Preguntó, sin entender del todo las palabras del chico.

-¿Quién eres en realidad? Porque claramente una simple campesina no eres. – Agregó el chico, mirándola fijamente, esa vez con seriedad.

-Si te lo digo... ¿Prometes guardar el secreto y no tratarme diferente? – Preguntó Fernanda, con preocupación reflejada en su rostro.

-Lo prometo. – Respondió Gilbert, sonriéndole sutilmente. – Sólo sé honesta conmigo, por favor. –

-De acuerdo... - Murmuró Fernanda, respirando hondo para tomar valor. Tenía miedo de confesar la verdad, pero sentía que, si realmente se consideraba amiga de Gilbert, necesitaba ser honesta con él. – Mi verdadero nombre es Marie Fernanda d'Habsburg-Lorraine...y como ya imaginarás...soy la hermana de la Princesa Marie Antoinette, la futura reina de Francia... -

-Espera...estás bromeando, ¿verdad? – Preguntó Gilbert, conmocionado.

-Lo digo muy enserio, Gilbert. – Respondió la austriaca, con una mirada seria. Gilbert cambió a una expresión atónita, sin poder creer que frente a él estaba la hermana de la futura reina. – Pero no me trates diferente, por favor... - Suplicó, tomando la mano del chico con fuerza. – Soy la misma chica que conociste, y jamás te trataría diferente por cosas sin importancia como lo es que yo sea aristócrata o no...créeme, por favor. – Murmuró, apretando la mano del chico.

-No te voy a mentir, odio a los aristócratas. – Dijo Gilbert, desviando la mirada. – Se creen con el derecho de menospreciarnos, cuando sin nuestro trabajo duro ellos no podrían darse la vida llena de lujos que tienen. – Explicó, regresando su mirada hacia la rubia. – Pero confío en ti, ahora somos amigos y agradezco la confianza, prometo no defraudarte ni decir nada sobre ti. –