Lady Oscar: New Dreams

El Complot

LADY OSCAR NEWS DREAMS-

Arco I: "Rosas"

Capítulo VIII: "El Complot"

Eran mediados de 1771, y la rivalidad entre Marie Antoinette y madame Du Barry se había llenado de intensidad con el tiempo. La heredera sospechaba que la mujer había sido la culpable del envenenamiento de su hermana menor, pero a falta de pruebas le era imposible declararlo abiertamente.

Por su parte, la amante del Rey Louis XV se encontraba realizando su siguiente jugada...

-¡Majestad! – Exclamó Du Barry llorando mientras se dejaba caer en los brazos del rey.

-¿Y ahora qué pasa, mujer? – Preguntó Louis XV mirándola.

-¡Le suplico que haga algo respecto a la Princesa Marie Antoinette! – Suplicó entre lágrimas.

-¿Empezarás otra vez con lo mismo? – Reprochó el rey alejándola de él. – No pienso seguir causando problemas entre los miembros de mi familia. –

-¡Por favor su Majestad, tiene que hacer algo! – Exclamó Jeanne Bécu aferrándose a la capa del monarca. – Esa chiquilla malcriada se ha empezado en desafiarme, ¿sabe lo que se habla en la corte por eso? Que su Majestad no se preocupa por mí, debido a eso la corte se ha estado burlado. –

-¿Qué quieres decir con eso? – Preguntó el mayor mirándola fijamente.

-La princesa no se ha dignado a dirigirme la palabra, dejándome en ridículo frente a toda la corte. – Respondió la mujer tomándolo del pecho. – Siendo la amiga de su Majestad, al ofenderme a mí lo está ofendiendo a usted también...además de que esa chiquilla desobedeció las órdenes de su madre...y las de su Majestad. –

-¡¿Qué dijiste?! – Exclamó Louis furioso. - ¡¿Ofenderme a mí?! –

-Así es su Majestad, no debería permitir semejante acto a esa joven. – Respondió Du Barry recargándose en él.

-¡Guardias! – Gritó furioso el monarca, atrayendo a la habitación a los dos soldados de la Guardia Imperial que resguardaban la entrada. -¡Traigan de inmediato a la chica extranjera y al ministro austriaco! –

[...]

-¿Eh? – Murmuraron André, Oscar y Fernanda al mismo tiempo, quienes yacían cenando en ese momento después de haber cabalgado cerca del río por un rato.

-Así es mi niña, le buscan los guardias del Palacio de Versalles. – Repitió Marrón en la entrada del comedor. – Así que ven pronto. –

-Sí. – Asintió Fernanda extrañada.

La austriaca se puso de pie y se dirigió a la entrada de la mansión donde le esperaban los soldados, Oscar y André con una sola mirada decidieron seguirla para estar al tanto de la situación.

-Su Majestad, el Rey Louis XV, desea que se presente ante él de manera inmediata, la escoltaremos personalmente hasta el Palacio. – Explicó uno de los guardias.

-¿Podrían decir el motivo de esta petición? – Preguntó Oscar colocándose su uniforme de Comandante.

-Lo sentimos mucho Comandante, pero nuestras órdenes directas solamente son escoltar a la Princesa Austriaca hasta la sala personal del Rey. – Respondió el guardia mirando a Oscar.

-Está bien, iré con ustedes. – Interrumpió Fernanda dando un paso al frente.

-La esperaremos afuera para que el carruaje sea preparado mientras usted se viste. – Agregó el guardia haciendo una leve reverencia.