Lady Oscar: New Dreams

Continuaré

-LADY OSCAR NEWS DREAMS-

Arco I: "Rosas"

Capítulo XV: "Continuaré"

El tiempo transcurrió normalmente, en la Mansión Jarjayes solamente Oscar, Marrón y Emilie sabían de la relación amorosa entre Fernanda y André, habían decidido que lo mejor era mantener el secreto hasta que la austriaca fuera capaz de hablarlo con Marie Antoinette y el Conde Mercy, para que ella diera su aprobación. La prueba de la austriaca para formar parte de la Guardia Imperial sería al día siguiente, por lo que ella se encontraba entrenando arduamente junto a su ahora pareja: André. Le agradecía su comprensión a su decisión, y aunque Grandier se preocupaba por cómo reaccionaría la menor si fallase, le prometió prepararla para dar lo mejor de sí ese día.

Oscar, por su parte, había intentado hablar con Louis XV para que cancelara la prueba de Fernanda, pero el Rey se había negado a su petición por respetar su palabra con la hermana menor de su nuera. La Comandante se resignó, y se vio obligada a aceptar estar presente durante el duelo al ser la superior de Girodelle, quien había sido elegido personalmente por el monarca para poner a prueba a la joven que con tanto empeño le suplicó por aquella oportunidad.

La joven Jarjayes se encontraba en el jardín trasero de Versalles, mirando a sus hombres entrenar como era rutinario todas las mañanas. Su mirada se centró en el conde Victor Clément, y un sabor amargo en su boca hizo imposible contener sus ganas de hablar con él al respecto.

-Girodelle, ¿puedes venir por favor? – Lo llamó Oscar, con seriedad en su voz.

-¿Qué sucede, Comandante? – Preguntó Victor, acercándose al caballo de la Comandante.

-Necesito hablar contigo de algo muy importante. – Agregó la joven, bajando de su caballo para ver fijamente al conde, quien sonrió con leve burla.

-¿Teme por su seguridad, Comandante? – Preguntó Girodelle, sin borrar su repentina sonrisa.

-¿Ahora de qué estás hablando, Girodelle? – Preguntó Jarjayes, sin comprender el comportamiento del mayor.

-Estoy hablando de la Princesa Marie Fernanda, por su expresión asumo que es sobre mi duelo con ella que desea hablar conmigo, ¿o me equivoco? – Preguntó con picaría, la expresión sorprendida de Oscar fue suficiente respuesta para que Girodelle soltara una risita, divertido del momento. – He de confesar que me he dado cuenta de que usted se preocupa demasiado por ella, incluso más de lo que lo haría por la misma Princesa Marie Antoinette. –

-Fui elegida por Antoinette-sama para proteger a su hermana aun a costa de mi propia vida. – Replicó Oscar a la defensiva.

-¿Y realmente esa es la única razón, Comandante? – Preguntó Girodelle, sorprendiendo a Oscar.

-¿Qué otra cosa podría ser? – Le cuestionó la rubia, intentando mantenerse calmada.

-Déjeme decirle esto, y espero no lo tome como una agresión. – Agregó el castaño, dirigiendo su mirada fija hacia los ojos azules de la mujer. – Aunque sea parte de la Guardia Imperial y se escude bajo ese uniforme militar, ambos sabemos claramente lo que usted es realmente, y lamento decirle que la Princesa Marie Fernanda es también una mujer, muy bella debo admitir. –

-¿A qué vienen tus comentarios? – Preguntó Oscar, con reclamo reflejado en su voz. Sabía a lo que Girodelle se refería, pero decidió mantener su postura autoritaria ante él.

-He notado que sus ojos brillan de cierta manera cuando se centran en la Princesa, y su cercanía con ella da mucho de qué hablar. – Explicó Victor, sin apartar su vista de ella. – Desde que la Princesa dejó Versalles y se mudó a la Mansión Jarjayes con usted se ha hecho evidente que intenta pasar menos tiempo aquí, para estar a su lado, he de suponer. – Prosiguió, colocando su mano sobre el hombro de la inquieta Oscar, que lo miraba con sus ojos filosos, como si hubiera sido expuesta. – Puede negarlo si lo desea, pero me doy cuenta de que sus sentimientos por la Princesa van más allá de una simple amistad. –