Lady Oscar: New Dreams

Madame Du Barry

LADY OSCAR NEWS DREAMS-

Arco I: "Rosas"

Capítulo IV: "Madame Du Barry"

- Palacio de Versalles ~ Noviembre 1770-

Un mes había pasado desde la llegada de Marie Fernanda a Versalles. La Princesa se había ocupado personalmente de decidir la decoración y el acomodo de la habitación que su hermana Marie le había otorgado con el consentimiento del Rey Louis XV. Oscar, quien se había vuelto un poco más cercana con la joven austriaca, solía conversar con ella en pequeños lapsos de su descanso durante su guardia en el Palacio.

Marie Antoinette se había encargado de mandar a confeccionar dos elegantes vestidos para su hermana y para ella, con el fin de ser la sensación durante la fiesta de esa noche. La hermana mayor se encontraba en ese momento en audiencia junto al Rey y al Príncipe heredero, mientras que Fernanda se encontraba en el balcón de su habitación viendo a Oscar evaluar a los soldados de la Guardia Imperial montada en su corcel blanco, a su lado se encontraba André observando todo.

-"No importa cuánto tiempo le observe, me parece increíble que una mujer de mi edad sea Comandante de la Guardia Imperial Francesa..." – Pensó Fernanda soltando un suspiro mientras reposaba sus brazos sobre el elegante barandal del balcón, sin apartar su vista de aquella joven rubia. – "Mi madre y Cecilie-san se volvían locas cuando tocaba un arma...mientras que los padres de Oscar inclusive le dejaron ser parte de la Guardia Imperial, que envidia." –

-Princesa Marie Fernanda, su vestido ha llegado. – Anunció una mucama desde el otro lado de la puerta.

-Muchas gracias, pase por favor. – Respondió Marie regresando a su habitación mientras la mucama entraba acompañada de otras dos que cargaban la enorme caja. – Pueden dejarlo sobre la cama. –

-Como ordene, Princesa. – Respondieron al unisón las tres mucamas, quienes se dirigieron hacia la enorme cama de Fernanda para dejar sobre ella con mucho cuidado la caja blanca.

-¿Quiere que lo abramos, Princesa? – Preguntó la mucama de antes mirando a la joven.

-Por favor, se los agradecería mucho. – Respondió la austriaca sintiendo curiosidad y entusiasmo de saber el tipo de vestido que Marie había pedido hacer para ella.

Las mucamas abrieron con cuidado la caja y retiraron el suave papel que envolvía el vestido para sacarlo con mucha delicadeza, extendiéndolo sobre la cama junto a los accesorios que lo acompañaban.

El vestido estaba confeccionado con las mejores telas de París. La tela principal era de color coral con bordes color carmesí, en los hombros terminaba una primer manga con un pequeño encaje blanco, debajo seguía una segunda manga que se abría en tres pliegues de encaje blanco después del codo (lugar donde se encontraba un listón atado con un moño de color carmesí), en la parte central del vestido bajaba una tela blanca con ocho pliegues de encaje en la parte final, decorados con distintos moños de color coral. Para acompañarlo había un fino collar de listón color carmesí atado en moño en la parte trasera y un moño color coral con dos pliegues destacando por debajo para el cabello.

-Te luciste, Marie. – Murmuró Fernanda con una risita viendo el vestido.

-Se verá hermosa con este vestido, Princesa. –

-Muchas gracias, pueden retirarse. – Respondió la austriaca mirándolas de reojo.

-Sí, Princesa. – Asintieron las mucamas haciendo una reverencia. – Con su permiso. – Se despidieron saliendo en una fila de la habitación, dejando sola a la joven.