*~ Preparate para una historia distinta a cualquier otra. ~*
"Texto sacado de la sirenita 2"
Cuando un huevo aparece en la vida de nuestra pareja de monstruos marinos, nunca se imaginaron la fe...
El primer día de la limpieza de Isola del mare ha comenzado, Alberto apilaba pedazos de metal oxidados para luego subirlos a un pequeño bote, más tarde los llevaría al pueblo y se desharía de la basura.
Luca por su parte limpiaba el interior de la torre, en eso encuentra el cartel de la vespa, lo sostiene cuidadosamente entre sus manos antes de sonreir con nostalgia, por otro lado, los gemelos, quienes estaban lanzando cosas por la ventana para que Alberto los pusiera en la pila, notan a su ¨Madre¨ colgar el pedazo de metal y luego asegurarlo con pernos en las esquinas.
Ambos infantes se acercan curiosos al poster.
-Wow... -Jadea asombrado Floyd.
- ¿Qué es eso? – Pregunta Jade.
-Eso mis hijos es la Vespa. -Responde Luca con una sonrisa.
- ¿Te has subido a una? -Cuestiona Floyd.
-No. -Habla simplemente.
Ambos críos se decepcionan, el adulto al notar esto suelta una risita divertida, luego los guía a ambos hacia el techo de la torre.
-Al menos no una real, su padre y yo la construimos con cosas humanas, luego nos lanzamos colina abajo, justo allí. -Señala un camino empinado.
Los ojos bicolores de los infantes brillan de asombro, luego se giran para observar a su padre y comenzar a jalar levemente su camisa.
- ¡¿Podemos intentarlo?! -Exclama el dúo.
Luca se muerde el labio preocupado.
-No lo sé...
-Vamos papá, tú lo hiciste, ¿Por qué nosotros no? – Dice Floyd.
-Hay que preguntarle a nuestro padre. -Sugiere Jade.
Antes de que Luca diga algo, ambos críos salen corriendo, bajan la nueva y ahora firme escalera que cuelga de la torre y una vez que tocan el suelo, se dirigen hacia el moreno.
- ¡Padre, Padre! -Llaman las jóvenes anguilas obteniendo la atención del mayor.
-Hey, Hey, ¿Por qué la emoción? – Se ríe Alberto.
- ¿Podemos construir una vespa?
Esa pregunta toma desprevenido al ojiverde, pues jamás imagino que llegaría el día en el que sus hijos dirían algo así.
- ¿Una vespa?
- ¡Si! – Habla Floyd. – Papá dijo que tu y él construyeron una, Jade y yo también queremos intentar.
El moreno alza la mirada solo para ver a su esposo en la torre, Luca se encoge de hombros tímido mientras sonríe, luego mira a sus hijos con una ceja levantada.
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- ¿Ya está listo? -Dice Floyd.
-Aún no. – Responde Alberto.
A pesar de haber pasado solo una hora, la familia ya tenía un avance en la vespa, pues con una java, clavos y algo de cuerda, se las habían arreglado para construir la base de la motoneta casera.
