˗ˏˋ♟️ˎˊ˗THE CULT OF DIONYSUS! CHAPTER ONE! 彡↬❵ ⚠ The dream 「El sueño」
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TODO EMPEZÓ DE LA Misma forma en la que todas las pesadillas empiezan... Con una calma antes de la tormenta y un falso sentimiento de seguridad.
Todo empezó con una pequeña niña de cabello negro y corto, no tan corto como para que ni siquiera pudiera tomarlo entre sus dedos, pero si lo suficiente como para que no estorbara yéndose hacia su cara y atorandose en algún lugar.
La niña miraba de forma atenta a su pequeño peluche de león el cual había nombrado Barry, en honor al superhéroe favorito de su padre, del cual siempre le hablaba y siempre le traía historietas divertidas y coloridas sobre él.
No entendía muy bien porque es que a su padre le encantaba tanto, pero eventualmente, al conocer su historia pensó que tal vez era porque se relacionaba con él, por el hecho de ambos ser científicos y tener una novia pelirroja. Bueno, tal vez no era la visión más acertada pero era solo una niña, y era las únicas dos cosas que encontraba en común entre ambos.
Estaba mirando los ojos del pequeño león, ojos tan pero tan negros que si prestaba la suficiente atención podría ver su propio reflejo en ellos.
La puerta de la habitación se abrió produciendo un rechinido que captó la atención de la niña.
Un hombre alto de tez clara y cabello blanco como la nieve apreció en el umbral de la puerta. Su expresión seria cambio a una sonrisa cálida apenas vio a la niña, ella se aferro aún más a su peluche.
-Vi... Es hora. Ven conmigo.- El hombre estiró la mano hacia la niña esperando que está la tomará, pero ella se hizo a un lado, alejándose de él y lo miró con recelo.
-¿Dónde está mi papá?- el hombre pareció enfadarse ante esa pregunta, frunció el ceño, pero necesitaba a la niña, así que forzó una sonrisa, -: Tú papá está ocupado y por desgracia no podrá acompañarnos en está sesión, pero yo estaré ahí, contigo.- La niña abrazo al felino de peluche aún más fuerte, no quería ir, y menos si él estaría ahí, el hombre empezó a perder la paciencia.
-Tú madre estará ahí, y puedes llevar al león si así lo quieres, pero ven, es muy importante que hagas esto, te necesitamos, Violet.- Se agachó a la altura de la niña. No era la primera vez que intentaba que un niño hiciera lo que él quería, Brenner ya era prácticamente un experto en manipularlos.
La niña pareció pensarlo por un par de segundos. Por fin miró a Brenner y tomó su mano, él sonrió ampliamente y se puso de pie. -Bien. Vamos.
Guío a la niña hasta la puerta y la cruzaron, Brenner la cerró y la niña miró hacia atrás, sus ojos se posaron en el trébol de cuatro hojas que adornaba la entrada de la habitación.
